Situaciones como la sucedida a principios del pasado mes de abril en Matehuala, donde fue desmantelada toda una red de trata de migrantes, confirman que San Luis Potosí es un paso inevitable para miles de personas que vienen de Centroamérica y que van con miras de llegar a los Estados Unidos, pero no es un tema mínimo; se trata de una exposición a incontables riesgos y es un tema que puede convertirse en problema si las autoridades competentes no implementan las acciones necesarias para atender la situación.
Ante la omisión de los gobiernos, ha sido la Iglesia, a través de Cáritas y de la Casa del Migrante Hogar de la Caridad, quien ha asumido el reto de proporcionar a los migrantes un apoyo que termina valiendo oro porque, a estas alturas, todavía no queda claro cómo es que una organización civil de sus características logra auxiliar a cientos de personas sin contar con un financiamiento estable.
Cáritas ha hecho milagros y, como le ha sido posible, mantiene vigentes los servicios y la atención para todos aquellos que lo necesitan o, al menos, así era hasta hace unos días, cuando se vio obligada a cerrar el albergue por sobre cupo, es decir, hubo una demanda excesiva que le impidió atender la enorme cantidad de centroamericanos que están en tierras potosinas de paso a los Estados Unidos.
Ya en otros momentos había enfrentado complicaciones, sobre todo en la pandemia, sin embargo, la medida que han tomado llama mucho la atención porque evidencia que, como organización, sigue sola en su lucha, que no recibe mayor apoyo que las nobles aportaciones que hacen los ciudadanos. Con eso y su enorme fe, mantienen viva una causa que bien podrían abandonar, pero que defienden con suma devoción y filantropía.
Cáritas está en crisis y lo seguirá mientras continúe enfrentando en soledad un tema que deberían estar atendiendo los gobiernos. Qué cómodo les resulta que alguien más haga el trabajo que les corresponde. Que se apliquen los diputados y establezcan un financiamiento fijo para Cáritas porque con ello también se atiende un problema social, que se solidarice el Gobierno del Estado y los municipios porque a todos les conviene y se previenen problemas de inseguridad. Que las autoridades dejen de hacerse como que la Virgen les habla y le entren de lleno al tema.
Cavilaciones:
Primera: A todo vapor, circuló ayer un rumor sobre la presunta incorporación del alcalde capitalino, Enrique Galindo Ceballos, al partido MORENA. La especie tendría su origen en la amistad que tiene con Omar García Harfuch, virtual candidato de ese partido al gobierno de la CDMX. Por cierto, es posible que Harfuch venga al Segundo Informe del alcalde de la capital del Sí.
Segunda. El CEEPAC está listo para realizar el proceso de consulta para la municipalización de Villa de Pozos. La presidenta se está poniendo las pilas para que todo salga bien. Que se haga la machaca.
Tercera. Que para titular de la ASE hay un tapado y no es el consejero jurídico del Gobierno del Estado. Adivinen, adivinadores.