Aunque es evidente que su trabajo es por demás valioso para la comunidad, el Heroico Cuerpo de Bomberos Metropolitanos de San Luis Potosí ha tenido que lidiar con la falta de reconocimiento y los nulos apoyos que dan las autoridades, el desinterés ciudadano y las pésimas condiciones laborales con que operan… como si arriesgar su vida para salvar la de los demás no fuera un tema importante.
A mediados de marzo de 2023, la corporación se declaró en huelga simbólica por la precariedad, la incertidumbre y muchas carencias con que proporcionan sus servicios. Por fortuna, los responsables actuaron de buena manera y la protesta no representó perjuicio alguno. En enero de 2022 también se advirtió de la suspensión de servicios y, si viajamos un poco más al pasado, en agosto de 2015, la estación central de Mariano Jiménez también cerró; el argumento, la falta de recursos.
Para nadie es un secreto que los bomberos trabajan con una mano atrás y una adelante, que no tienen el equipo suficiente, que el Patronato no es capaz de garantizarles nada y que las autoridades son siempre omisas en lo relativo a la aportación de recursos a pesar de que saben que la corporación desempeña una labor fundamental de asistencia y atención a la ciudadanía. Todos fingen demencia, se sordean, hacen mutis y cuando lo rompen es para prometer a diestra y siniestra, pero sin llegar a cumplir.
A diferencia de otros cuerpos de auxilio que saben simular bastante bien y que claramente cuentan con mejores condiciones porque tienen ingresos asegurados, los bomberos sí tienen que chingarle todos los días y prestar servicios que van más allá de sofocar incendios. Su quehacer es indispensable, por eso llama tanto la atención que nunca tengan recursos o que anden con equipos remendados ¿Nadie lo ha notado?
Hay una omisión latente de autoridades y ciudadanos, quizá un mal manejo del patronato. Lo cierto, es que estos ´héroes sin capa están solos y que no se les está valorando. No tienen dinero para seguir operando y no procede culparlos, porque tampoco es como que cobren a los afectados por apagar incendios.
El problema es viejo, pero no se vale decir que, si han podido sobrevivir así durante tantos años, seguramente podrán hacerlo unos años más ¡No! Urge una política efectiva y la certeza de que contarán con los fondos suficientes para seguir atendiendo a los potosinos que lo necesitan. Es un tema que no se puede dejar para después.
Cavilaciones:
Primera: La gente rumora que alguien del pueblo está estrenando… novio ¡Prrrrrrr!
Segunda: El jaloneo por la integración del Concejo Municipal en Villa de Pozos se puso color de hormiga, porque a alguien se le ocurrió que lo ideal sería darle chamba a diputados locales que están a un mes del desempleo ¡Miau!
Tercera: En San Martín Chalchicuauhtla, los amigos del exalcalde, Rafael Crispín Santos, andan muy contentos porque ya pasó el susto de su detención y, aclarado todo, el exedil ha recuperado su libertad.
