Aunque el jaloneo continúa, la petición que hicieron los consejeros potosinos de Morena, en el sentido de que no deben ir juntos con el Partido Verde en la contienda electoral para el Senado de la República, abre la posibilidad de que, en efecto, estas dos fuerzas políticas no sólo rompan el amasiato que tienen por conveniencia, sino que también se enfrenten en el proceso electoral y midan sus fuerzas para ver de qué cuero salen más correas.
Los rumores dicen que ninguno de los dos partícipes quiere ceder ante las peticiones del otro. El Verde ha hecho un llamado a la unidad y sus principales actores en las tierras del Potosí hasta han tachado de «tontos» (por no decir la palabra exacta) a quienes se oponen a la coalición. Por su parte, los Morenos confían en que podrían ganar si van solos, si no ambas curules para la fórmula completa, por lo menos se quedarían con la primera minoría.
A los verdes les favorece que haya acuerdo, porque, tal como se inscribió en el convenio de coalición, serían ellos quienes pondrían al candidato y el Partido del Trabajo complementaría. Lo cierto es que, al final, sería el Verde quien pondría ambos perfiles. Ruth González y Juan Ignacio Segura. Morena se quedaría como el chinito; nomás milando, pero tendrían la obligación de trabajar para que la fórmula ganara.
En otro escenario, si fueran separados, Morena podría postular a Rita Ozalia Rodríguez y a Gabino Morales (quien, por cierto, dicen que ganó la encuesta), mientras que el Verde, junto al PT, continuaría con Ruth y Nacho. Si el objetivo real es apoyar a la Cuarta Transformación, este contexto les sería de mayor provecho, porque tendrían la posibilidad de quedarse con las tres curules que están en juego, caso contrario, le regalarían una a la oposición. La propia Claudia Sheinbuam se ha dicho consciente de esta opción en San Luis Potosí. El divorcio le resultaría de mucho beneficio a la 4T porque dejarían fuera a la oposición.
Morenos y verdes están conscientes que la única contienda federal en la que pueden divorciarse es en el Senado; en las diputaciones y en la presidencial deben ir juntos a toda costa. En 2021, estuvieron cerca de perder varios espacios en San Lázaro. Si los ganaron, fue justamente porque iban juntos. En la presidencial, nadie duda que se deben quedar las cosas como están. En los Ayuntamientos y en las diputaciones locales, la cosa se vuelve a complicar. Ya se verá.
Este lunes, tomará forma todo lo federal, porque es la fecha que se estableció para dar a conocer los acuerdos finales y también desfilarán aquellos perfiles que buscan ser candidatos. Se habla de gente como la Chiquis Carrillo que podría ser la abanderada del Verde al Distrito I y de Cristian Sánchez, que quiere reelegirse, mantener a su padre en el SEER, a su cuñada la mandó a una diputación local y a su esposa a la alcaldía de Tampacán ¡Vaya!
Cavilaciones:
Primera: Sara Rocha está dejando pasar los tiempos para que, llegado el momento, pueda imponer candidatos. Se gesta una rebelión de priístas en los próximos días.
Segunda: La crisis del agua verá sus peores días en las próximas semanas. Ya vimos que, el sábado, vecinos de la zona de Dalias bloquearon la carretera. Un tufo político manchó el movimiento, porque los inconformes reclaman el abasto de agua por la red, no por pipas.
Tercera: El rector de la UASLP, Alejandro Zermeño, es blanco de una campaña de ataques muy silvestres. Sus críticos o están ardidos, porque no conservan prebendas o influencias, o quieren maíz.
