¿Se acuerdan de ese comercial que salía en la tele sobre un suavizante de telas y que terminaba diciendo «Suave como el amor de mamá? Así me pareció el Segundo Informe de Resultados de Ruth González Silva y miren que yo no soy de aplaudir, pero hasta me voy a poner de pie para reconocer el trabajo que está haciendo al frente de la institución.
Digo que me recordó la frase porque pareciera que las decisiones que se toman en el DIF Estatal no son las de una mujer política, sino las de una madre que busca el bienestar de sus hijos, su desarrollo, su crecimiento, su aprendizaje. Ruth ha roto esquemas y paradignas, tabúes y clichés para ser una pieza importante en la estrategia de asistencia social del Gobierno del Estado.
Leí el boletín que difundió Comunicación Social y decía textualmente: «Se transformó la asistencia social en una herramienta eficaz para impulsar la salud, la protección y calidad de vida de personas de todas las edades a las que la herencia maldita condenó a la marginación». Creo que jamás había estado más de acuerdo.
El DIF Estatal, hoy en día, es una institución que funciona, que opera y que combate la problemática que afecta a los potosinos. Ya no es un adorno ni un espacio chiquito del gobierno que nomas se retoma cuando hay que simular atención a los grupos vulnerables. Está fuerte y tiene carácter, pero no pierde la sensibilidad ni el lado humano para ayudar a quien más lo necesita.
Cavilaciones:
Primera: Hoy, a las 9.00 horas, se estrena el nuevo auditor del Instituto de Fiscalización Superior del Estado. El hombre, Rodrigo Joaquín Lecourtois López, obtuvo 25 votos de los diputados. En realidad, iba a tener 26 de 27, pero alguien se equivocó ¡Ajá!
Segunda: El rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Alejandro Zermeño Guerra, mostró músculo ayer durante la inscripción del epígrafe “Centenaria Universidad Autónoma de San Luis Potosí” en el muro de honor del Congreso del Estado. Esa marcha que se aventaron del Edificio Central al recinto legislativo tiene gran significado. El que quiera ver, que vea.
Tercera: El ex director del Hospital Central, Francisco Alcocer, debe preocuparse porque va más que en serio el tema respecto de los medicamentos apócrifos contra el cáncer que se aplicaron a
decenas de pacientes durante el gobierno de Juan Manuel Carreras.