Ya encarrilado el proceso electoral federal, el local va tomando forma rumbo al 2 de junio, fecha en que los potosinos elegiremos 58 ayuntamiento y 27 diputados locales, 15 de mayoría relativa y 12 de representación proporcional. A ellos, se suman tres senadores, siete diputados federales y el nuevo titular de la Presidencia de México.
Todos los contendientes se sienten ganadores, todos traen sacos llenos de votos y todos piden apoyo con hermosas promesas de cumplir si resultan favorecidos por el voto popular, pero, como decían los priístas de viejo cuño; el prometer no empobrece, el dar es lo que aniquila.
En el primer episodio de este culebrón, en la designación de candidatos, ya hay algunos ganadores y otros que por ignorantes y por no leer la ley, deben entender que, en política, del plato a la boca, se cae la sopa. Tal es el caso de Ramón Sánchez, regidor del Ayuntamiento de Matehuala que, de un momento a otro y con la pena, lo bajaron de la nube y subieron a un turbio personaje de nombre Tomás Zavala para que sea el candidato del Partido Verde a legislador por el Primer Distrito local con cabecera en Matehuala.
En la capital, hay un ganador indiscutible y ese es el empresario Moy Payán, esposo de la candidata del Partido Verde a diputada local por el Octavo Distrito, Maribel Torres Vilet, hija del exgobernador Teófilo Torres Corzo (QEPD). Don Moy mata dos pájaros de un tiro y manda a su yerno, Daniel Guillén, como candidato a diputado federal por el Quinto Distrito. Dos diputados en la familia (si es que ganan), es muy bueno para cualquier clan.
Maribel Torres pretende seguir los pasos de su padre y se supone que cuenta con el apoyo del clan Torres Corzo, aunque en el ámbito político y empresarial se creía que sería Carlos Torres Rodríguez, hijo de Carlos Torres Corzo quien daría primero el salto a la política.
Cuando se comienzan a analizar los vínculos familiares, se teje una alfombra de parentescos, por sangre o por vía política, que permite concluir que, de alguna manera, al menos en la capital, los aspirantes tienen ciertos lazos. Si acaso queda fuera de ese tejido Sonia Mendoza, la candidata a presidenta municipal por la capital potosina.
En el lado de los panistas, es Aranzazú Puente la que tiene más vínculos con los candidatos fifís del Partido Verde, aunque, hay que decirlo, los panistas han perdido pedigrí en los últimos años. Buenos tiempos aquellos en que miembros de la alta sociedad potosina eran las apuestas de Acción Nacional siempre moderadas con gente del pueblo, estudiosa y honesta.
En el PRI, todo indica que no dejaron a la dirigente imponer parientes en la lista y, en Morena, ya el Gato Filósofo les platicó ayer, pero lo que queda claro tras la solicitud de registro de candidatos a presidentes municipales y diputados, es el reacomodo de fuerzas políticas y económicas del potosí.
Vamos a ver si la nueva generación tiene rumbo y proyecto o si solo gozarán de lo que construyeron sus antecesores.
Cavilaciones:
Primera: En Santa María del Río, dicen los que saben, habrá una buena competencia por la presidencia municipal. Hagan sus apuestas señores.
Segunda: Gracias a Jacobo Payán Espinosa, presidente del Club Atlético San Luis por hacer posible el sueño de un grupo de niños procedentes de Matehuala. Los pequeños participaron en el estatal escolar de fútbol y tenían el deseo de conocer a los jugadores del equipo potosino. Gracias Jacobo por tu generosidad y sencillez. El Gato Filósofo te expresa sus respetos.
Tercera: César Contreras Malibrán se incorporó hace días a la campaña de la candidata de la coalición «Fuerza y Corazón por México», Xóchtil Gálvez, en la huasteca potosina. César es un eficiente operador y se las sabe de todas, todas. Suerte al ingeniero.