El pasado 2 de junio, Enrique Galindo Ceballos hizo historia al convertirse en el primer alcalde reelecto de la capital potosina, objetivo que sus dos antecesores habían buscado sin éxito. Tres años antes, contra toda la estructura del Estado, Ricardo Gallardo Cardona hizo lo propio al vencer al grupo de poder y ganar la gubernatura en una contienda democrática sin igual. Ambos perfiles tienen lo suyo, ambos tienen muchas virtudes y cualidades que se les pueden destacar, pero, sin duda, la más grande es que ambos son enormes artistas de la política.
Las elecciones del 2021 le dieron el triunfo a Gallardo en el Ejecutivo Estatal y a Galindo en el Ayuntamiento capitalino; los dos comenzaron sus administraciones con muchas ganas, con mucha diplomacia y con toda la intención de trabajar para la gente. Se entendieron muy por encima de ideologías personales, de colores partidistas y de confrontaciones electorales, pero algunos no soportaron y, al ver que las cosas eran tersas entre los dos gobernantes, desplegaron una fuerte estrategia para confrontarlos. Así, con grillas y acusaciones de todo tipo, hicieron que Gallardo y Galindo se distanciaran.
La vida, sin embargo, dio un giro inesperado, pues, aunque se tenía la idea de que el Partido Verde podría ganar la alcaldía capitalina en la contienda electoral del 2024, Galindo no sólo la mantuvo, sino que consiguió un respaldo ciudadano todavía mayor al que obtuvo en 2021. Así, obtuvo la oportunidad de quedarse otros tres años y, con ello, igualar el periodo de Gallardo.
Conscientes de lo que esto implica, decidieron pasar la página y buscar la manera de volver a hacer equipo porque saben que eso es lo que le hace falta a San Luis. Son muchas las carencias, las limitaciones, los problemas, tantas cosas que uno solo no podría con el paquete por más buenas intenciones que tenga.
Los potosinos todavía recordamos aquella vez, en la avenida Hernán Cortés, cuando Gallardo dijo «Qué guapo se ve Galindo de verde». En ese tiempo, todo era miel sobre hojuelas y los dos niveles de gobierno trabajaban en armonía; se consiguieron buenas cosas para la ciudad y se impulsaron importantes proyectos para la gente.
Ahora, de cara a una nueva administración municipal, que seguirá encabezada por Enrique Galindo, se debe reconocer la madurez política que los dos mandatarios están mostrando, su visión, su ganas de trabajar y de dar buenos resultados a los potosinos. Saben que las grillas están fuertes, pero tienen claro que el servicio público y la responsabilidad que tienen es mayor que eso, así que han dejado de lado los pleitos con la esperanza de que San Luis Potosí siga creciendo. Crucemos los dedos.
Cavilaciones:
Primera: El anuncio de la presencia del cantante Luis Miguel, para actuar como artista estelar en el teatro del Pueblo de la FENAPO, dejó a muchos con la boca abierta. Hay que decir que el gobernador, Ricardo Gallardo, la hizo mucho de emoción, pero al final, valió la pena la espera. Allá nos vemos, bueno, yo estaré en el tejado principal y soporten.
Segunda: Dicen que Luisa María Alcalde, actual secretaria de Gobernación, ahijada del presidente Andrés Manuel López Obrador, será la nueva dirigente de MORENA. En San Luis Potosí, tiene buenos amigos, pero tiene un mejor amigo que es panista ¡Miau!
Tercera: Se corre el rumor de que hoy saldrá humo blanco para designar al nuevo secretario o secretaria de Turismo. En las apuestas gana doble contra sencillo a que va una mujer.
