Existe una película que muestra que la fe puede ser una herramienta para manipular, el nimbre de la cinta es «El sonido de mi voz».
El sonido de mi voz se estrenó en el 2011, fue dirigida por Zal Batmanglij, es un thriller psicológico y de ciencia ficción que explora los límites entre la creencia y la manipulación. La historia sigue a Peter (Christopher Denham) y Lorna (Nicole Vicius), una pareja de periodistas que se infiltra en una secta secreta con la intención de desenmascarar a su enigmática líder, Maggie (Brit Marling), quien afirma ser una viajera del tiempo proveniente del año 2054.
A medida que se adentran en el grupo, Peter y Lorna comienzan a experimentar situaciones inquietantes que ponen a prueba su escepticismo. Maggie, con su carisma y aparente conocimiento del futuro, logra sembrar la duda en sus seguidores, incluyendo a los dos infiltrados. La tensión aumenta cuando Peter se ve emocionalmente involucrado con la líder y empieza a cuestionar su propia realidad, mientras Lorna intenta resistir la atracción del culto.
La película, aclamada por su atmósfera intrigante y su guion provocador, deja abiertas muchas preguntas sobre la naturaleza de la verdad y la influencia de las creencias. Con una narrativa minimalista pero inquietante, El sonido de mi voz desafía al espectador a decidir si Maggie es una farsante o si realmente dice la verdad, ofreciendo una reflexión sobre la vulnerabilidad humana ante lo desconocido.
¿Por qué es una buena opción para ver?
La película mantiene al espectador en constante duda sobre la verdadera naturaleza de Maggie, la supuesta viajera en el tiempo. Su ambigüedad y tensión psicológica hacen que sea difícil apartar la vista de la pantalla.
Además, la cinta es un thriller inteligente y psicológico, ya que en lugar de ofrecer respuestas directas, la película juega con la percepción del público, dejando espacio para la interpretación. Es perfecto para quienes disfrutan de historias que desafian la lógica y exploran la mente humana.
