
El 28 de agosto, las palabras de su padre se hicieron realidad con la apertura de Mama Rabbit Bar en Park MGM, un bar de mezcal y tequila que López-Maytorena abrió en el Strip de Las Vegas. Mama Rabbit Bar tendrá la selección más grande de la ciudad de destilados mexicanos, de hecho, más de 500 y López-Maytorena, consultora cultural del proyecto, dijo que será una mezcla de la cultura de Los Ángeles y Oaxaca, donde se los mitos respecto a lo que es un bar de inspiración mexicana serán desacreditados.
“La mayoría de las personas piensan que los bares de mezcal tienen un estilo algo pequeño, discreto y oscuro — este es todo lo opuesto,” dijo Lopez-Maytorena. “La mayoría de los bebedores de tequila que conozco son mujeres y he creado un espacio en donde puedes ir con tu grupo de amigas a divertirte. Al momento de entrar notarás que fue concebido por una mujer. Espera colores brillantes, flores y una vibra elegante que es divertido para todos.”
La mezcalería toma su nombre de Mayahuel, la diosa azteca del agave y la planta de la que se hace el tequila y el mezcal. Según el mito, el amante de Mayahuel, Ehecatl-Quetzalcóatl, enterró sus restos después de que su abuela la asesinara. La primera planta de maguey finalmente floreció de sus restos y se convirtió en un símbolo que representa la vida. Hoy, Mayahuel también es conocida como la madre de Centzon Tōtōchtin, un grupo de 400 conejos considerados los dioses de la embriaguez. En honor a esa leyenda, Mama Rabbit tiene una escultura de barro negro de 400 conejos de Oaxaca como pieza central del bar. Y como esto es Las Vegas, dentro del lugar hay tres mesas de Blackjack, otra para jugar a la ruleta y tres máquinas tragamonedas de 3.5 metros de altura debajo de un gigantesco mural psicodélico de Mayahuel.
Si el nombre de López-Maytorena te parece familiar, probablemente se debe a que se ha convertido en sinónimo de comida y cultura mexicana —específicamente oaxaqueña—. En 1994 sus padres, Fernando López y María Monterrubio, abrieron Guelaguetza, un diminuto restaurante en el barrio Koreatown de Los Ángeles. Poco después de su apertura, Jonathan Gold, el famoso crítico gastronómico del Los Angeles Times, elogió al restaurante por su autenticidad —derivando en un auge en los negocios. El restaurante ganó un lugar permanente en la lista de Gold de los 101 mejores restaurantes de la ciudad. En 2015, dos años después de que el patriarca se retirara y transfiriera el negocio a sus cuatro hijos, Guelaguetza se llevó a casa el Premio James Beard para la categoría Clásicos Estadounidenses.