La existencia de estas piedras preciosas y su formación en la corteza terrestre, se ha mantenido como un enigma durante muchos años en la comunidad científica, el cuestionamiento principal era como los diamantes acababan enterrados en superficies terrestres que no contaban con las cualidades necesarias para su formación química.
Los estudios arrojaban un hecho que parecía sacado de alguno de película de ficción ya que resulta algo difícil de digerir cuando se escucha por primera vez, el hecho que los científicos ponían en la mesa es que hace millones de años hubo un estallido dentro del cráter de los volcanes de casi todo el mundo, en esa erupción aparte del magma y cenizas volcánicas que son propias de una erupción promedio, lo inusual es que en esa explosión también fueron arrojado por los aires millones de diamantes que al caer en la superficie se impregnaron en ella, hasta ser descubiertos por los humanos.
Este hecho de la explosión de diamantes resultaba algo descabellado para la comunidad científica, que buscaba una respuesta más sofisticada, fue ahí cuando un grupo de estudiosos de la Universidad de Southampton y la Universidad de Birmingham, empezaron un estudio donde su principal foco de atención fue la corteza terrestre y el movimiento de las placas tectónicas a través de los años.
Los diamantes se formaban bajo la corteza de la tierra en cantidades inmensas de presión, durante cientos y miles de millones de años, no es algo que ocurra de la noche a la mañana, el nombre científico de estas piedras es «Kimberlitas», dado a que en la ciudad africana «Kimberly» se encontró uno de los yacimientos de diamantes más importantes del mundo.
El grupo de estudio de las universidades desarrolló la teoría de que el efecto dominó del movimiento de las placas tectónicas fue el responsable en el desplazamiento de los diamantes por la tierra y que estos broten del suelo como si se tratara del final de una cosecha.
“Descubrimos que un efecto dominó puede explicar cómo la ruptura continental conduce a la formación de magma de kimberlita. Durante la ruptura, un pequeño parche de la raíz continental se rompe y se hunde en el manto de abajo, lo que provoca una cadena de patrones de flujo similares debajo del continente cercano”, explica Stephen Jones, profesor asociado de Sistemas de la Tierra en Birmingham.
Los científicos analizaron datos históricos sobre las placas continentales, las vastas losas de la corteza terrestre que se mueven lentamente, y las kimberlitas, las rocas con diamantes expulsadas por las erupciones. Los resultados mostraron que las erupciones de la mayoría de los volcanes de kimberlita en realidad tuvieron lugar entre 20 y 30 millones de años después de la ruptura tectónica de los continentes de la Tierra.
Este fenómeno ocurre incluso a miles de kilómetros de distancia. El resultado conduce a un efecto dominó que puede ayudar a explicar cómo la ruptura continental provoca la formación de magma de kimberlita. Así,cuando se ha formado suficiente masa fundida, se eleva rápidamente y atraviesa la corteza como una poderosa erupción. Después de todo hasta la hipótesis más safada tiene un porqué científico.
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