En la sociedad actual, marcada por un ritmo de vida acelerado, cada vez es más común que las personas duerman menos de lo que su cuerpo necesita. Muchos estadounidenses duermen solo 6 horas o menos por noche, lo cual puede tener graves repercusiones para la salud.
El sueño permite al cuerpo y al cerebro recuperarse del estrés diario. Dormir adecuadamente mejora el rendimiento, la toma de decisiones y el estado de ánimo. Además, fortalece el sistema inmunológico, permitiendo al organismo defenderse de enfermedades. Un descanso reparador también favorece las relaciones interpersonales, al mejorar nuestra disposición y energía.
La mayoría de los adultos requieren entre 7 y 8 horas de sueño para mantener un funcionamiento mental y físico óptimo. Sin embargo, algunos pueden necesitar hasta 9 horas, dependiendo de factores como la salud y la genética.
Diversos factores contribuyen a la falta de sueño. Las agendas ocupadas, el entorno inadecuado para descansar (ruido, luz, temperaturas extremas), el uso de dispositivos electrónicos, y afecciones médicas como artritis, asma o problemas de salud mental como la ansiedad, son algunas de las principales causas. Además, el estrés por no poder dormir puede empeorar el insomnio, creando un ciclo difícil de romper.
El insomnio, la apnea del sueño y el síndrome de piernas inquietas son algunos de los trastornos que afectan a quienes no logran descansar adecuadamente. Estos problemas, si no se tratan, pueden generar un daño significativo tanto en la salud física como en la emocional.
La falta de sueño no solo afecta la salud personal, sino también la seguridad. La fatiga ha sido vinculada a numerosos accidentes, desde accidentes automovilísticos hasta tragedias como el desastre de Chernóbil. Manejar o realizar tareas laborales sin descanso adecuado pone en riesgo tanto la vida del afectado como la de los demás.
El impacto del sueño insuficiente va más allá de la fatiga. Está asociado con problemas de salud graves como diabetes, enfermedades cardíacas, obesidad, infecciones y trastornos mentales. No dormir lo suficiente dificulta la regulación de azúcar en sangre, aumenta la presión arterial y favorece el aumento de peso.
Si la falta de sueño afecta sus actividades diarias o se siente constantemente cansado durante el día, es importante consultar con un médico. Existen tratamientos eficaces para mejorar la calidad del sueño y, en consecuencia, la salud general.
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