Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, evitó hoy responder a la pregunta que muchos se hacen en el país sobre si será encarcelado y cómo afectará eso a su campaña presidencial futura. En cambio, se centró en pintar un sombrío panorama de la situación actual del país bajo el gobierno de Joe Biden.
El candidato republicano in pectore, que aún debe ser proclamado en julio, compareció en la Torre Trump de la Quinta Avenida, flanqueado por su equipo de campaña y banderas estadounidenses. Durante su intervención, que duró más de media hora y sin permitir preguntas, Trump discutió la legalidad de su juicio reciente, que culminó en su condena en 34 cargos. Anunció que apelará el veredicto basándose en diversas razones, entre ellas, la supuesta obstrucción a la comparecencia de testigos y su derecho a hablar durante el proceso.
Trump abordó el delito por el que fue condenado, destacando que solo pagó «gastos legales» y que todo fue manejado de manera profesional, sin mencionar a su exabogado Michael Cohen, quien desveló los pagos irregulares. Se jactó de haber visto un sondeo en el que lidera por seis puntos sobre Biden, y señaló que desde el veredicto ha recaudado $34 millones, principalmente de pequeños donantes.
En su discurso, Trump pintó un cuadro desalentador de Estados Unidos, denunciando la corrupción, la crisis de deuda, la inmigración descontrolada y la presunta llegada de terroristas al país. Culminó su intervención enfocándose en la política migratoria de Biden, atribuyendo la entrada de migrantes de países como la República Democrática del Congo, China y Venezuela a una política de puertas abiertas.
Con su estilo caótico, Trump divagó entre varios temas, resaltando supuestas amenazas a la seguridad y la estabilidad del país bajo el gobierno actual.
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