Sería increíble e impensable que en estos tiempos tan revolucionados, se practique la discriminación en relación a alumnos de colegios privados, pero no es así, son más recurrentes estas deleznables prácticas de lo que nos imaginamos.
Como el viacrucis que llevo en el kínder del Real, a quien llamaremos por tratarse de un menor, Carlitos, pues Carlitos quien cursa pre primaria, a criterio de las maestras del kínder, presentaba comportamiento híper activo, claro es un niño de 5 años, razón suficiente para tenerlo segregado durante el tiempo que permaneció en el “kinder del Real”.
Los papás de Carlitos hicieron absolutamente de todo, es decir, todo lo que a criterio de las maestras y directivos, sugerían en carácter impositivo, y bajo las amenazas de darlo de baja de dicho plantel, decían lo que tenían que hacer como papás.
Desde contratarle una “maestra sombra”, que no es más que una nana particular a costa de los padres de familia, acompañándolo todo el día, hasta tenerlo apartado de los demás compañeros, incluso en los recreos, desde luego con un trato grosero y majadero.
Pero que fue lo que detonó el enojo, molestias y la razón para que los papás de Carlitos acudieran antes este medio, y hacer públicos los malos tratos recibidos por su pequeño menor y hacia ellos mismos?.
El motivo fue que ya no se lo quisieron inscribir, para pasar a la primaria del Instituto Real de San Luis, para ello el director ALEJANDRO JIMÉNEZ CATAÑO, Los ha citado en diversas ocasiones a las oficinas de dicho instituto, para decirles con evasivas que su hijo no se adecua, ni se adapta ni tiene el perfil para ser aceptado en la primaria del Real de San Luis.
Con tono prepotente y humillante hacia los padres de Carlitos, les refería en tono humillante que pueden buscar otros colegios, que no batallaran ni se entercaran con pretender inscribir en primaria a Carlitos, porque es demasiado inquieto, “que él asumía la responsabilidad de cualquier tipo incluso legal”.
Sin embargo no fue solo una ocasión, si no varias ocasiones que los ha citado para insinuarles muy directamente que saquen a su hijo del Instituto Real de San Luis.
Refieren que Alejandro Jiménez Cataño, tiene laborando a su hija Mariana Jiménez, dentro del propio Instituto, así como a su yerno de nombre Fernando, por lo que el nepotismo se da en instituciones privadas tambien.
Lo que es realmente reprobable, es que se discrimine a un niño, por parte
de un Instituto que se dice ser pro derechos, y con la filosofía del Opus Day, no se entiende eso.
Por otra parte, quien se dice director es decir Alejandro Jiménez Cataño, le urge un curso de sensibilización y de inclusión respecto de los derechos de los menores.
No sabe que puede ir desde una sanción económica severa, o la claudicación del instituto por violentar el interés superior del menor, que es la educación, así como sus derechos, no importa que sea un instituto privado, los derechos de los menores son constitucionales.
Sería interesante también que Alejandro Jiménez se ponga al corriente de las sentencias que ha emitido la Suprema Corte de Justicia de la Nación, respecto de la discriminación, y no inclusión de los niños en instituciones privadas, así como sus sanciones.
No descartan los papas de Carlitos, presentar una demanda en contra de dicho instituto, por el mal trato y discriminación del que fue objeto su hijo.
Por lo que no está por demás señalar, y reprobar la conducta de quienes se dicen ser líderes de la educación privada, y que presumen un prestigio el cual, ante acciones tan lesivas como las que sufrió esta familia, cambiar la actitud o simplemente renunciar, al igual que toda su parentela que se sirve de las colegiaturas que de buena fe, pagan los demás padres de familia.
Las víctimas de discriminación en esta institución se organizan para presentar denuncias.
Seguiremos informando.