Mientras que el pueblo sufre por la falta de agua y la ineptitud de las autoridades para dar solución al problema que se ha venido agudizando en los últimos meses, el director del Interapas, Ricardo Fermín Purata Espinosa, abusa del poder que tiene en la institución para agandallarse cuanta pipa se le antoje y, de esta manera, garantizar el suministro del vital líquido en su domicilio.
Vecinos de la avenida Sierra Guara, en Lomas 4ta Sección, denunciaron públicamente el evidente tráfico de influencias en que incurre el director del Interapas al beneficiarse cínicamente del puesto que ostenta pues, sin mayores complicaciones y pasándose por encima de todos los protocolos que supuestamente se tienen diseñados para distribuir el agua de manera justa entre los potosinos, él recibe dos o hasta tres pipas por semana para consumo personal.
Según detallan los inconformes, en varias ocasiones han solicitado al Interapas que se les proporcione agua a los vecinos dadas las constantes fallas y problemas que se registran en el sistema de distribución, sin embargo, en la mayoría de las veces tan recibido negativas y cuando tienen la suerte de ser atendidos les envían una o dos pipas para más de 30 viviendas, de modo que, al final, el agua que reciben en mínima.
En contraste, el director del Interapas goza de beneficios adicionales por su cargo al grado de recibir varias pipas a la semana nada más para su domicilio. Los denunciantes insisten en que no se trata de agua comprada con piperos particulares pues, como se puede confirmar en infinidad de fotos y videos que han filmado, son vehículos oficiales los que llegan a su casa para proveerle el recurso.
En ocasiones anteriores, vecinos de otras colonias de la capital potosina también han hecho públicas las denuncias por el tráfico de influencias que usan distintos funcionarios del Ayuntamiento capitalino, como la directora de Turismo, Yara Mariana Nagore Rojas, quien, al igual que Fermín Purata, recibe dos o más pipas por semana nada más para consumo personal, mientras que el resto de la población enfrenta el desabasto cada vez más crítico del vital líquido.