Escuché que algunos compañeros se van satisfechos por el trabajo que se hizo en esta Legislatura, yo no, yo me voy triste porque, como diputados, quedamos a deber, porque no hicimos todo lo que hacía falta para darle buenas cuentas a los ciudadanos; sentenció el diputado Edgardo Hernández Contreras al concluir el último periodo ordinario de actividades legislativas en el Congreso del Estado.
El congresista señaló que muchos de sus compañeros, entre la ignorancia y la omisión, se pasaron los tres años votando leyes sin saber de qué se trataban ni tomarse en serio la responsabilidad que les correspondía, además de que ni siquiera acudían de manera puntual a cumplir con sus obligaciones o, en muchos otros casos, nada más acudían a calentar la silla en el pleno o en el edificio de Vallejo.
Agregó que, al mismo tiempo, muchos diputado estuvieron durante toda la legislatura a la entera disposición del Gobierno del Estado, poniéndose incluso de rodillas para atender los caprichos y exigencias que les fueron planteando en las reuniones de café que acostumbraban celebrar en hoteles y restaurantes de la capital potosina donde se pactaba la posterior entrega de dinero en efectivo que les llevaban de manera particular hasta sus domicilios.
De igual manera, Edgardo Hernández condenó el hecho de que se hayan dejado de lado muchas iniciativas y proyectos que representaban un beneficio importante para los potosinos y que ponen en evidencia los malos resultados que se estarán entregando a la ciudadanía tras una legislatura que no supo atender las demandas ni necesidades de la gente.
Finalmente, el diputado agradeció a todos aquellos que forman parte del Congreso del Estado y que se han preocupado por sacar adelante un trabajo por demás complicado pese a todos los obstáculos y las complicaciones que se desprenden del mal actuar y las omisiones de algunos diputados que únicamente llegaron a la curul para saciar su ambición de dinero y poder.