Qué trabajadores resultaron ser los diputados del Congreso del Estado quienes, en sábado y en horarios fuera de la jornada laboral, tuvieron que sesionar de forma extraordinaria para atender un tema de suma importancia para los potosinos porque, claro, ese ha sido su objetivo durante toda la legislatura.
Resulta que este sábado 11 de septiembre, a escasos dos días de que se les acabe el hueso, los diputados que integran la Junta de Coordinación Política se reunión de última hora para revisar algunas cuestiones relacionadas con las condiciones laborales de algunos trabajadores del Poder Legislativo, eran trabajadores cercanos a ellos, esos que, en el bajo mundo, se les conoce como “recomendados”.
Entre charlas y el ambiente tan ameno que suele caracterizar las reuniones de la JUCOPO, se abordó la necesidad de promover a ciertos perfiles por sus “habilidades” y ya viendo la oportunidad, a los legisladores los surgió lo buena onda y comenzaron a proponer a lo descarado a una larga lista de perfiles que, según ellos, tenían los méritos necesarios para subir de nivel o llevarse una plaza, aunque la asignación se diera en forma extraordinaria y en un contexto altamente cuestionable.
La primera de la lista fue América Liliana Loera, un perfil que, por alguna extraña razón, siempre ha logrado colarse a los círculos más cercanos de los diputados y gozar de los beneficios de estas relaciones pues, a pesar de tener serias acusaciones por conflictiva con sus compañeras de trabajo, señalamientos por acoso sexual y otros tantos escándalos, logró subir de nivel para llegar al siete, como si tuviera una trayectoria intachable.
Fuentes cercanas al Congreso aseguran que la diputada Isabel González Tovar era la más interesada en que se autorizara el ajuste y que ella, personalmente, anduvo cabildeando con sus compañeros para que se concretara la basificación nivel 7 que se pedía.
Aprovechando la coyuntura, Juan Pablo Colunga, el coordinador de Servicios Parlamentarios, promovió a Leidi Laura Solís, hija de trabajadores del Congreso que, a pesar de que todos la describen como un perfil capaz y preparado, desata polémica por las formas tan escandalosas en que ha logrado escalar en los niveles laborales.
Gerardo Orozco y Julio Bustos también se vieron favorecidos con la subida en el nivel laboral a pesar de que tienen poco tiempo trabajando en el Congreso del Estado en comparación con otros trabajadores que llevan más de 15 años viviendo en la incertidumbre y con contratos raquíticos que no hacen justicia al servicio que entregan al Poder Legislativo.
En la reunión, además de Isabel González por obvias razones, votaron a favor Óscar Carlos Vera Fabregat, representante de Conciencia Popular que se queda sin curul para la próxima legislatura, el panista Rubén Guajardo y el priísta Héctor Mauricio Ramírez Konishi quienes ya tienen un pie dentro del nuevo Congreso luego de ganar la reelección en las pasadas elecciones, y la morenista venida a menos Angélica Mendoza Camacho.
Así, con fechorías e irregularidades, los diputados se están despidiendo del Congreso del Estado, al haber asegurado un huesito para amigos, allegados y quién sabe cuánta gente más.