Bajar de peso es uno de los propósitos para este verano que muchos esperan lograr, la realidad es que se requiere compromiso para alcanzar la meta. Te compartimos las mejores dietas para no morir de hambre y ver resultados reales, recuerda que ninguna funciona por magia y debes agregar ejercicio a tu día a día.
La dieta mediterránea
La dieta mediterránea es la dieta tradicional que cuenta con un mayor respaldo científico consiste en: un consumo alto de frutas, verduras, pescado, cereales integrales, legumbres y aceite de oliva, y bajo en carne roja, azúcares y grasas saturadas. Pero, además, un componente importante es la práctica de ejercicio.
Utiliza aceite de oliva. Es el aceite más utilizado en la cocina mediterránea. Es un alimento rico en vitamina E, beta-carotenos y ácidos grasos monoinsaturados que le confieren propiedades cardioprotectoras. Este alimento representa un tesoro dentro de este régimen y ha perdurado a través de siglos entre las costumbres gastronómicas regionales otorgando a los platos un sabor y aroma únicos.
Los alimentos poco procesados, frescos y de temporada son los más adecuados. Es importante aprovechar los productos de temporada ya que, sobre todo en el caso de las frutas y verduras, nos permite consumirlas en su mejor momento, tanto a nivel de aportación de nutrientes como por su aroma y sabor.
Este podría ser un menú diario:
Desayuno
Un café con leche.
Una rebanada de pan con aceite de oliva.
Un vaso de zumo de naranja natural.
Aperitivo
Una pieza de fruta.
Comida
Lentejas guisadas.
Albóndigas con guisantes y zanahoria.
Fresas con nata.
Merienda
Queso fresco con miel.
Cena
Ensalada mixta.
Pescado al horno con patata asada.
Un yogurt.
La dieta DASH
La dieta DASH responde al acrónimo ‘Dietary Approaches to Stop Hypertension’ (“enfoque alimenticio para detener la hipertensión”) y, como su nombre indica, fue desarrollada por el Instituto Nacional de Salud estadounidense como una dieta específica para tratar a pacientes con tensión alta. Aunque no nació como una dieta de adelgazamiento, sí que sirve para tal fin.
Se trata de una dieta muy variada en la que se prima la ingesta de frutas, verduras y lácteos bajos en grasa. También se consumen cereales integrales, carne, pescado y legumbres, pero de forma más restringida. Las grasas saturadas, los azúcares refinados y los carbohidratos están prácticamente prohibidos.
Este podría ser un menú diario:
Desayuno
Sándwich integral de pavo y tomate.
Una naranja.
Un té verde.
Aperitivo
Piña.
Comida
Lomo de cerdo asado con arroz integral y frijoles.
Una ensalada de lechuga.
Merienda
Palitos de zanahoria
Cena
Pasta con tomate natural y mejillones.
Gelatina sin azúcar.
Dieta Power
La Universidad de Newcastle, en Australia, ha presentado un programa de adelgazamiento solo pensado para hombres y la han bautizado como Workplace POWER, acrónimo de Preventing Obesity Whitout Eating Like a Rabbit (‘Prevenir la obesidad sin comer como un conejo’).
«Muchos varones no reconocen que tienen sobrepeso”, explica en ‘The Sidney Morning Herald’ uno de los creadores de la dieta, el profesor Philip Morgan. “Tener barriga no parece ser un problema cuando todos tus compañeros tienen una. Ser gordo se ha normalizado entre los hombres porque el 70% tiene obesidad o sobrepeso”.
Estos son sus principales consejos:
Desayuno. Sé generoso con él y nunca te lo saltes. Evita alimentos de alto índice glucémico e ingiere proteínas, que te mantendrán saciado durante más tiempo. Los huevos son siempre una buena opción.
Comida. Las ensaladas y las sobras de lo que hagas para cenar son siempre una buena opción. Si por cualquier motivo te ves obligado a comer fuera, trata de elegir opciones saludables, como sándwiches vegetales. Trata de comer siempre fruta y evita las bebidas azucaradas.
Cena. Piensa en las proporciones de tu comida: la mitad deben ser vegetales, un cuarto carne y otro carbohidratos.
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