La adherencia a la dieta mediterránea –conformada por verduras, granos integrales, pescado y aceite de oliva– podría ayudar a preservar la función cognitiva, según un estudio publicado por los Institutos Nacionales de Salud en Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).
Para la investigación, los científicos analizaron datos de los Estudios de Enfermedades de los Ojos Relacionados con la Edad (AREDS y AREDS2), que evaluaron durante años el efecto de las vitaminas en la degeneración macular relacionada con la edad e incluyeron a aproximadamente ocho mil personas.
El estudio AREDS evaluó la función cognitiva de los participantes a los cinco años, mientras que AREDS2 lo hizo al comienzo de la investigación y dos, cuatro y 10 años después. Asimismo, los investigadores analizaron el impacto de la dieta con un cuestionario.
Los participantes con mayor adherencia a la dieta mediterránea tuvieron el menor riesgo de deterioro cognitivo; sin embargo, el alto consumo de pescado y verduras tenía el mayor efecto protector.
Las diferencias numéricas en los puntajes de la función cognitiva entre los participantes con la adherencia más alta versus más baja a una dieta mediterránea fueron relativamente pequeñas, lo que significa que las personas probablemente no verán una diferencia en la función diaria.
A nivel de población, sin embargo, los efectos mostraron que la cognición y la salud neuronal dependen de ésta.
«No siempre prestamos atención a nuestras dietas. Necesitamos explorar cómo la nutrición afecta el cerebro y los ojos», dijo Emily Chew, autora principal del estudio publicado en la revista Alzheimer’s and Dementia.ç
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