Con una buena dosis de vitaminas y minerales, el pescado es un alimento indispensable en la dieta diaria. Desplazado en consumo por el pollo y la carne, esta proteína proveniente de ríos y mares ofrece múltiples beneficios al organismo como bajos índices de grasa, fácil digestión y fortalece músculos y huesos.
La clave para consumirlo está en la frescura. El chef instructor Guillermo Mateos de ASPIC, Instituto Gastronómico, recomienda comerlo al menos tres veces por semana. Explica que es mejor elegir el producto fresco y hacer la compra en mercados como la Nueva Viga, porque diariamente llegan ejemplares que fueron capturados durante la madrugada, en las costas de Veracruz y Guerrero, para abastecer la demanda citadina.
“Es tan amplia la diversidad de sabores y recetas que se pueden preparar, que no hay manera de aburrirse. Es un alimento noble y benéfico para el ser humano que ha sido estigmatizado por un supuesto alto precio, pero no es así, hay para todos los bolsillos”, asegura.
El cocinero comparte consejos prácticos sobre cómo extender el disfrute en su consumo.
¿Dónde comprar?
Si por la distancia y el tiempo no puedes ir a la Nueva Viga, donde encontrará variedad y buenos precios, opte por los mercados que se abastecen en ese centro de distribución. No compres en tianguis y mercados sobre ruedas porque, aunque las piezas están en bloques de hielo, son más propensos a descomponerse. Privilegia la mercancía fresca y evita consumir productos congelados que están cargados de conservadores y cuyo sabor está disminuido.
¿Cómo elegir?
Hay que revisar que las escamas no se desprendan con facilidad, deben estar firmes, con ojos cristalinos y agallas en un tono rojo brillante. Deben tener el olor característico del agua de mar. Es importante que si al revisar algún producto tiene alguna duda, por más que le insistan, no lo compres.