La Semana Santa, una de las celebraciones religiosas más importantes del mundo, moviliza cada año a millones de personas al rededor del mundo. Este periodo sagrado, que conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, se convierte también en un fenómeno de turismo religioso, con peregrinos que viajan cientos o miles de kilómetros para expresar su fe en los lugares más emblemáticos en la historia del mundo religioso.
Jerusalén, Israel
Considerada la cuna del cristianismo, Jerusalén es uno de los epicentros de la Semana Santa. Miles de peregrinos recorren la Vía Dolorosa, para seguir el supuesto camino que Jesús hizo rumbo al Calvario. La Iglesia del Santo Sepulcro, donde se cree que fue sepultado y resucitó, es el corazón de las celebraciones. Las ceremonias organizadas por las distintas confesiones cristianas son multitudinarias y profundamente simbólicas.
Ciudad del Vaticano, Italia
El Vaticano se convierte en un punto de encuentro espiritual durante la Semana Santa. Las celebraciones presididas por el Papa en la Basílica de San Pedro, el Coliseo y la Plaza de San Pedro congregan a miles de fieles y turistas. La tradicional misa del Domingo de Resurrección y el mensaje Urbi et Orbi son seguidos por millones en todo el mundo.
Sevilla, España
En España, Sevilla es el máximo exponente del fervor religioso durante esta semana. Las procesiones organizadas por las hermandades, con pasos majestuosos y saetas que rasgan el silencio, atraen a creyentes y curiosos por igual. Más de 60 cofradías recorren las calles, convirtiendo la ciudad en un escenario de intensa devoción.
Ciudad de México, México
La representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa es uno de los eventos más impactantes de Semana Santa en América Latina. Esta tradición centenaria, que involucra a miles de actores locales, mezcla el teatro, la fe y la comunidad. Más de dos millones de personas acuden cada año para presenciar esta representación viviente de los últimos días de Jesús.
San Luis Potosí, México
Esta ciudad es histórica por sus tradiciones y elevado arraigo por la religión católica, es la encargada de dar vida a la considerada por muchos, segunda mejor Procesión del Silencio del mundo, solo por detrás de la de Sevilla. 32 cofradías participan en una marcha silenciosa de casi tres horas que representa la adoración y es muestra de un trabajo coordinado que impresiona a todos sus espectadores, además, al contar con una amplía tradición religiosa la capital es visitada por millones de personas durante las fechas santas.
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