Ciudad Valles, S.L.P.- Una fresca tarde de primavera abrigo a la ciudad este miércoles, tras una semana de lluvias, la temperatura se mantuvo en los 25º, por la tarde el viento fresco hacia ondear los árboles, los Palos de Rosa lucían en su máximo esplendor. Una tarde de tranquilidad y paz rodeaba la ciudad que hoy recibiría a su hijo pródigo Don Antonio Esper Bujaidar.
Sus restos mortales llegaron a su residencia poco antes de las 17 horas, la casa de la Familia Esper Bujaidar abrió sus puertas para recibir por última vez a «Don Toño» como cariñosamente le llamaban; el servicio estaba listo, las coronas de flores posaban ya sobre las paredes de la entrada, algunos rostros familiares esperaban el cortejo, su familia aguardaba en el interior.
Su esposa, sus hijos, hija y nietos recorrían los pasillos buscándose, para darse apoyo ante la irreparable ausencia de su patriarca.
Rostros conocidos como el también exalcalde Adrián Esper Cárdenas se dejaron ver por unos minutos, siendo uno de los primeros que habló acerca de la persona, Don Toño Esper vivió una vida muy completa, que fue de los alcaldes más queridos, incluso recordó el consejo más importante que le dio.
«Mi tío tiene el reconocimiento como mejor alcalde de la Ciudad; el era un hombre muy paciente, cuando uno llega joven a la política quieres hacer las cosas más rápido y mi tío Toño entendía el juego político. Ojalá todos pudiéramos llegar a tener la plenitud que el tuvo, es una admiración hasta por la manera en que se esta despidiendo…».
Su muerte ha trascendido al mundo deportivo y del espectáculo, esto por las relaciones que su familia tienen en estos ámbitos gente como Julio César Chávez y Donald «Don» King han externado ya sus condolencias a la familia a través de Mauricio Sulaimán Saldivar Presidente del Consejo Mundial del Boxeo.
«Su memoria va a ser eterna..su recuerdo y legado será responsabilidad de toda la familia seguirla; es increíble la cantidad de mensajes, de llamadas, las demostraciones de amor que todos hemos recibido… Él viajo a todo el mundo con mi papá, siempre recordado por su sonrisa, su amabilidad, el ayudaba a mi papá en el boxeo, y es algo que nos lleva al corazón. El ejemplo que nos deja es el servicio a los demás y el amor incondicional, la lealtad, el procurar siempre el bien para los demás, dejando gran sacrificio personal y familiar para ayudar a los demás…».
Mauricio Sulaimán dijo que como tío lo recordará por su sonrisa inconfundible que invitaba a un momento de felicidad con un humor formidable.
«Vi desde niño como dedico su vida a servir a Valles con gran pasión, es un Valles antes y después de Antonio Esper, todos los días que estuve con el aprendí. Cuando yo tenía 10 años perdió el que era mi ídolo Sugar Ray Leonard y le suplicaba a mi papá que me llevará a la pelea de la revancha, mi papá me dijo que de ninguna manera que era una pelea muy grande, estaba en la escuela y un día llega mi tío Toño a la casa para irse a Nuevo Orleans a la pelea y me dice ¿qué haces aquí? y le digo pues mi papá no me quiso llevar, y a las dos horas ¡vámonos! me llevó con el, me sentó junto a el, hasta me dio unos dolaritos para que me los gastará, siempre fue una persona que me marco para bien…», y así Mauricio Sulaimán recordó a su cómplice.
Uno de sus hijos, Arturo Esper, fue quién pudo hablar a nombre de su mamá Nelly Sulaimán, sí como de sus hermanos Antonio y Nelly, un hombre de pocas palabras con un gran sentido humano heredado de su padre, con la voz un poco entrecortada recordó con mucho cariño a su papá.
Agradeció por los 91 años que vivió a plenitud y haciendo las cosas que le apasionaban, calificándolo como un hombre muy bondadoso e incansable.
«Recuerdo a él… salir de la casa muy temprano, para ver sus pendientes que en ese momento eran obras de calles y andaba vuelta y vuelta, y siempre fue muy comprometido con sus deberes. El fue de una sola cepa, para el no existía más que un solo partido…», hizo una pausa para admirar el día soleado y fresco, con el que Valles recibió a su papá y esto lo calificó como un mensaje del señor o casualidad.
Dijo que en familia se tomó la decisión de que su papá sería velado en su hogar «como siempre en casa, como siempre esa casa que estuvo abierta para toda la gente», sus restos mortales serán depositados, después de misa, en el panteón municipal en el mausoleo donde están sus papás, sus abuelos, sus hermanos y su nana.
Sin duda su familia vivirá estos próximos días el cariño y el calor de muchas personas que les mostraran su gratitud, por haber sido parte de la vida de Don Antonio Esper Bujaidar, y aunque ya sin la presencia física de su ser amado, vivirán momentos que les reconfortarán su alma por todo el amor y solidaridad que la gente está demostrando ante la partida de un grande en la historia de Valles y de San Luis Potosí.
Descanse en paz Don Toño Esper Bujaidar.
Seguiremos informando.
