El Ministerio de Sanidad de Gaza, bajo el control de Hamás, ha reportado un alarmante aumento en los casos de enfermedades infecciosas en diversos centros médicos del enclave desde el inicio del conflicto con Israel. Entre las enfermedades más diagnosticadas se encuentra la hepatitis A, atribuida al hacinamiento y a los bajos estándares de higiene en los refugios.
Según indica un comunicado oficial, los centros de atención primaria gubernamentales continúan operando a pesar de la escasez de suministros médicos, agua y alimentos, así como la preocupante falta de seguridad. Durante la agresión, el 85% de las visitas se han clasificado como emergencias médicas.
Las autoridades de Gaza advierten sobre una grave escasez de unidades de sangre debido a la dificultad para encontrar nuevos donantes y a la falta de equipos de laboratorio. Se hace un llamamiento urgente a organismos e instituciones internacionales para que proporcionen unidades de sangre desde fuera de la Franja de Gaza.
El Ministerio de Sanidad gazatí acusa a Israel de perpetrar «violaciones» contra el sistema sanitario del enclave. Durante casi ocho meses de ofensiva, se han registrado ataques a 155 centros de salud, dejando a 26 hospitales y 53 centros de salud fuera de servicio, además de la destrucción de más de 130 ambulancias. Los hospitales en funcionamiento enfrentan cortes de energía debido a la escasez de combustible.
Esta situación crítica pone en riesgo la vida de heridos, pacientes crónicos y recién nacidos en los hospitales de Gaza, según lamenta el comunicado.
La cifra de muertos en Gaza ha alcanzado los 35.857, la mayoría de ellos mujeres y niños. La agencia de noticias Wafa informa de que decenas de personas murieron anoche como resultado del fuego israelí.
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