La tarde del lunes 29 de abril trajo consigo la inquietante noticia de la desaparición del obispo emérito de Chilpancingo, Guerrero, Salvador Rangel Mendoza, cuyo paradero es desconocido desde el sábado 27, fue visto pot última vez en Jiutepec, Morelos. Alrededor de las 16:30 de la tarde, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) confirmó esta desaparición a través de un comunicado en su página de Facebook, señalando la delicada condición de salud del obispo, quien requiere medicamentos.
Las autoridades eclesiásticas hicieron un llamado a las autoridades de Guerrero, Morelos y del gobierno federal para actuar coordinadamente en la búsqueda del obispo. Asimismo, el Episcopado mexicano informó que se ha iniciado una investigación por parte de la Fiscalía General del Estado de Morelos. Se solicitó a quienes mantengan cautivo al obispo garantizar su acceso a los medicamentos necesarios para su salud, y se pidió colaboración a cualquier persona que tenga información sobre su paradero.
La Fiscalía de Guerrero expresó su disposición para colaborar con su homóloga de Morelos en este caso. Mientras tanto, la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, representada por el obispo Ramón Castro Castro, está en coordinación con las autoridades estatales para ubicar a Rangel Mendoza, instando también a que se le brinde acceso a sus medicamentos. El obispo Salvador Rangel Mendoza desaparece a pocos días de su cumpleaños, el pasado 23 de abril.
Según reportes iniciales, habría recibido amenazas por parte de grupos criminales, aunque no se ha confirmado si algún grupo es responsable de su desaparición. Rangel Mendoza es conocido por su labor en favor de la población, y en entrevistas recientes ha expresado duras críticas al gobierno actual, señalando un fracaso en la lucha contra el crimen organizado y la inseguridad en Guerrero.
