La influencia del deporte y la meditación en la ansiedad es beneficiosa, contribuyen con la mejora del estado de ánimo y aumenta la sensación de bienestar. Psicólogos califican de recomendable la práctica regular de ejercicio físico en personas que padecen de ansiedad.
Una investigación de la Universidad de Oslo indica que la práctica regular de ejercicio puede reducir los niveles de ansiedad general vinculada a factores biológicos y de personalidad, propia de personas predispuestas a ser más ansiosas, impresionables, con tendencia a sobrevalorar los riesgos y mantener un elevado nivel de alerta.
Esta actividad mejora, además, la regulación del sistema cardiovascular y respiratorio, mejora que da al organismo habilidades para modular reacciones ante la ansiedad.
Entre otros desarrollos al realizar deporte, está el aumento de serotonina, que es la encargada de regular el estrés y puede contribuir a mejorar el estado de ánimo; se estimula la glándula pituitaria, encargada de producir endorfinas, que están implicadas en la regulación del dolor u la sensación de bienestar.
Es importante que al ejercitarse, se considere dedicarle tiempo de calidad a la actividad, pues, no es lo mismo caminar para dirigirse hacia el trabajo que llevar a cabo la actividad exclusivamente para beneficio físico.
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