La Administración de Control de Drogas (DEA, por su sigla en inglés) tiene planeado incrementar sus actividades en México para el siguiente año.
De acuerdo con información del periódico Milenio, la agencia para el control de drogas y narcóticos solicitó USD 1.5 millones al Congreso de Estados Unidos para la creación de tres plazas de agentes especiales en las oficinas que tiene desplegadas en México y Centroamérica. En territorio mexicano operan 54 agentes en 10 oficinas.
En la solicitud a la que tuvo acceso el medio antes mencionado, se indica que “en estas regiones, un aumento de los agente mejorará las coordinación operativa con las contrapartes extranjeras de la DEA encargada de hacer cumplir la ley a través de investigaciones bilaterales”, asimismo para la incautación de droga y el desarrollo de fuentes confidenciales en la región.
La agencia también realiza la petición de recursos para la compra de un avión King Air 350, con USD 9.2 millones, esta sería usado para labores de espionaje para combatir a los cárteles mexicano tanto en el país, como en Colombia, Perú y Afganistán. Son aeronaves que usualmente son usadas para transportar carga, personal de la DEA y actividades de vigilancia, se explica.
Son 9 aeronaves las que ya tiene la agencia que han sido usadas para la captura de personas sospechosas en naciones como Paraguay, Perú, Honduras y Guatemala. Las unidades están equipadas con tecnología de espionaje conocida como Vigilancia y Reconocimiento de Inteligencia (ISR, por su sigla en inglés).
Además, se estiman recursos por USD 7.7 millones para financiar células de policías infiltradas en el crimen organizado, las cuales son conocidas como Unidades de Investigaciones Sensibles que operan en México y Centroamérica.
En relación con la aprobación de reforma a la Ley de Seguridad Nacional, los ex agentes estadounidenses que tuvieron operaciones en México consideran que puede poner en riesgo las investigaciones. Cabe señalar que entre las actividades deberán hacer los agentes es entregar un reporte mensual a las autoridades mexicanas.
“He trabajado con muy buenos elementos de las fuerzas de seguridad de México, pero hay algunas que son corruptas y es muy difícil compartir toda la información”, mencionó Vigil, ex jefe de operaciones internacionales de la DEA, para Milenio.
Lo que explica el ex agentes es que dar información sobre lo que están realizando durante su estancia en México podría ser un desastre por el nivel de corrupción y consideran que los senadores votaron sin saber cómo opera la DEA en México.
Entre las restricciones están que no podrán realizar detenciones, acciones tendientes a la privación de la libertad, allanar propiedades privadas o cualquier otra conducta que viole la Constitución mexicana.
Con información de Infobae / Seguiremos informando