Ciudad Valles, S.L.P.- Este jueves culmina la fiesta de los Fieles Difuntos con la colocación de la última ofrenda, así como la bajada de los arcos de muertos en cada hogar, donde además se recolectan las semillas de las flores de cempasúchitl y flor morada, para sembrarla hasta junio del siguiente año.
En la zona tenek se inicia la fiesta desde la tarde del 29 de noviembre, con danzas, rezos, música y la elaboración de distintos alimentos que van colocados en el altar y tras el sahumerio se ofrecen a los asistentes, con esta última ofrenda las familias despiden a los difuntos para su regreso al descanso eterno.
En la comunidad El Maguey anexo a Ojo de Agua, se dan cita las personas mayores por la tarde del día 29, y buscan en la sierra las varas con las que elaborarán la mesa que servirá para colocar las ofrendas el día 30 de noviembre, además se limpia el árbol de Mora donde colocarán los arcos.
Demetrio Flaviano narra sobre esta tradición, la cual asegura que viene de generación en generación familiar, y comentó que el lugar donde se depositan los arcos, es un lugar sagrado para ellos, es un árbol de mora que tiene muchos años y se encuentra en el cruce del camino real.
Este árbol, fue testigo del paso de la vida y la muerte, de la vida, porque aquí pasaban a pie o a caballo para ir a la ciudad a vender o comprar maíz, frijol, calabazas, café.
Cuando una persona fallecía, pasaban con el difunto, venían desde la Pitahaya y seguían hasta Ojo de Agua, el ataúd era llevado en hombros por familiares y amigos, para ser sepultados en San Antonio Huichimal, debido a que era el único panteón en ese tiempo.
El 30 de noviembre acuden a despedir a los difuntos, dejan sus arcos en el árbol, se les ponen tamales, fruta, pan, aguardiente, plátanos, gordas de horno, dulces, todo lo que al difunto le gustaba, posteriormente regresen al descanso eterno y recibirlos nuevamente el próximo año.
En la concentración de la comunidad realizan una oración y por medio de cohetones dan gracias a sus difuntos por haber venido, después pasan a recoger la ofrenda y despedirlos con alegría.
Con paso lento emprenden el retorno a sus casas, cerrando la fiesta de Santorom o día de muertos y comentando aquí nos vemos el próximo año.
Colaboración:
Prof. Crescencio Martínez Candelario
Cronista Municipal