¿La pizza puede ser adictiva? Según la doctora Erica Schulte, de la Universidad de Michigan, este popular platillo sí puede convertirse en algo más que un simple gusto culinario.
Un artículo de la UNAM, que recoge la opinión de la especialista, destaca que la clave detrás de la adicción potencial de la pizza radica en el queso. Desde el punto de vista bioquímico, este alimento contiene hasta 10 veces más caseína, una proteína presente en la leche y en algunos de sus derivados.
«Algunos estudios muestran que la caseína tiene efectos similares a los de los opiáceos, ya que produce un compuesto llamado casomorfina, una sustancia que causa una sensación agradable y produce una leve adicción», señala el documento de la UNAM, citando la revista Cómo Ves.
Aunque esta adicción leve no es comparable con el opio y la morfina, la casomorfina puede impulsar el consumo de alimentos grasos, explican los especialistas. Por lo tanto, el consumo de queso puede generar adicción, y al contener grandes cantidades de este ingrediente, la pizza se convierte en uno de los alimentos más adictivos.
Sin embargo, el valor nutricional de la pizza depende en gran medida de sus ingredientes. La nutrióloga Juana María González enfatiza que no es lo mismo consumir una pizza con mozzarella y verduras frescas que una cargada de queso industrial, tomate enlatado con mucho azúcar y embutidos de baja calidad.
Para una opción más equilibrada, González recomienda usar ingredientes vegetales frescos y de calidad, reducir al mínimo posible los embutidos y quesos añadidos, y limitar las porciones a un par de trozos en lugar de consumir una pizza entera.