Ingerir veneno puede desencadenar una serie de reacciones peligrosas en el cuerpo humano, dependiendo del tipo y la cantidad de la sustancia tóxica. En términos generales, el veneno puede afectar el sistema digestivo, el sistema nervioso, el corazón y otros órganos vitales.
Al entrar al organismo, el veneno puede causar irritación en el tracto digestivo, provocando náuseas, vómitos y diarrea. Algunas sustancias tóxicas pueden ser absorbidas rápidamente en el torrente sanguíneo, afectando el sistema nervioso y causando mareos, convulsiones o parálisis.
Otros venenos pueden alterar el ritmo cardíaco, disminuir la presión arterial o incluso provocar insuficiencia respiratoria.
El tiempo de reacción del cuerpo varía según el tipo de veneno ingerido. Mientras algunos generan síntomas inmediatos, otros pueden tardar horas o días en manifestar sus efectos. En cualquier caso, la ingesta de una sustancia tóxica es una emergencia médica que requiere atención inmediata. Si una persona ha consumido veneno, es fundamental acudir de inmediato a un centro de salud o comunicarse con un servicio de emergencias.
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