Cuba conmemoró este sábado el aniversario 55 de la muerte del guerrillero argentino-cubano Ernesto «Che» Guevara, en un acto político en la ciudad central de Santa Clara donde reposan sus restos desde 1997.
La actividad, transmitida en vivo por la televisión estatal, mostró al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y otras autoridades depositar flores en el Mausoleo homónimo enclavado en la provincia de Villa Clara, a unos 300 kilómetros de La Habana.
También presenciaron junto con miles de personas, según las imágenes televisivas, cantos alegóricos a la figura del «Che» quien fue capturado el 8 de octubre de 1967 y asesinado un día después en La Higuera, Bolivia.
«Hace 55 años, por mandato del imperio, lo asesinaron en una escuelita de La Higuera. Inútil intento de apagar la rebeldía. Sus asesinos sólo consiguieron multiplicar infinitamente su movilizador ejemplo», escribió Díaz-Canel en Twitter.
En su cuenta oficial publicó otros mensajes alusivos a la fecha con frases del expresidente fallecido Fidel Castro sobre el «Che».
VÍNCULO CON CUBA
Nacido en Rosario Argentina en 1928, Ernesto Guevara conoció a Castro en México en 1956 y se sumó a la expedición armada que se alzó en las montañas de la Sierra Maestra para derrocar al dictador Fulgencio Batista (1952-1959).
En los primeros años de la revolución, el «Che», quien recibió la nacionalidad cubana por los servicios prestados a la Revolución de 1959, fue nombrado presidente del Banco Nacional y más tarde ministro de Industria.
Su idea de impulsar la revolución en América Latina lo llevó a Bolivia en 1966, donde fue capturado por el ejército el 8 de octubre de 1967 en la quebrada del Yuro (centro) y conducido a una escuela en la aldea de La Higuera, donde fue asesinado al día siguiente.
Sus restos fueron sepultados en una fosa excavada en la localidad boliviana de Vallegrande y rescatados en 1997 por un equipo de expertos cubanos y argentinos que los devolvieron a Cuba.
Desde entonces, reposan en el Mausoleo de Santa Clara, donde se alzó una estatua de Guevara con fusil, uniforme, boina, cabellera y barbas desaliñadas sobre un pedestal de 16 metros.
Debajo de la estatua, de más de 20 toneladas de bronce y casi 7 metros, se despliega un complejo que alberga el mausoleo y el museo y que recibe diariamente la visita de entre 800 y 1.000 personas.
En el mausoleo, una placa con la efigie y el nombre del «Guerrillero Heroico» esconde sus restos mortales junto a los de varios de sus compañeros.
A los 55 años de su muerte, la impronta del «Che» sigue vigente en la propaganda política de la isla.