La neumonía, una de las principales causas de muerte en niños menores de cinco años, continúa siendo un problema de salud grave en todo el mundo, con casi 2000 infantes falleciendo diariamente a causa de esta enfermedad. Esta grave patología también representa la principal causa de hospitalización en adultos en Estados Unidos, con más de un millón de ingresos anuales y unas 40,000 muertes cada año. En España, cerca de 7000 personas sucumben anualmente a la neumonía.
Conocida también como pulmonía, esta infección se produce por la inflamación de los alvéolos pulmonares y puede variar desde leve hasta potencialmente mortal. Sin tratamiento adecuado, la neumonía puede llevar a complicaciones serias como la falta de oxígeno e infecciones bacterianas en la sangre. Con la llegada de la temporada alta de resfriados y gripe, National Geographic ha consultado a diversos expertos sobre los tipos de neumonía y los riesgos asociados con las distintas formas de la enfermedad.
Síntomas y diagnóstico
La neumonía afecta las vías respiratorias inferiores y puede ser provocada por diferentes factores que inicialmente afectan las vías respiratorias superiores. Los síntomas más comunes incluyen tos, dificultad para respirar, dolor en el pecho y fatiga. Según el neumólogo Tianshi David Wu, el diagnóstico se puede realizar fácilmente con un estetoscopio, donde el médico escucha un sonido característico en los pulmones. En casos de duda, se puede solicitar una radiografía para confirmarlo.
La neumonía se clasifica generalmente en cuatro tipos: bacteriana, vírica, fúngica y nosocomial (intrahospitalaria). La neumonía bacteriana es la más común y se trata eficazmente con antibióticos. Wu resalta la importancia de iniciar el tratamiento lo antes posible. Por otro lado, la neumonía vírica, menos frecuente, puede ser provocada por virus como el de la gripe o el SARS-CoV-2, y, aunque no se puede tratar con antibióticos, las vacunas están disponibles para ciertos virus.
Las neumonías fúngicas, aunque poco comunes, representan un riesgo para personas con sistemas inmunitarios debilitados, mientras que la neumonía nosocomial se origina en entornos hospitalarios, donde los pacientes pueden estar expuestos a bacterias resistentes.