Hemos entrado a la era de la ebullición, esto significa que de ahora en adelante lo que le espera a nuestro mundo es un aumento en la temperatura de nuestro planeta, alcanzando condiciones climatológicas que el universo no veía desde hace ya millones de años.
El aumento desmedido de la temperatura global nos hace cuestionarnos cuál es el límite de los seres humanos para poder existir con normalidad en un mundo que cada vez hace más evidente que algo tiene que cambiar o nosotros tendremos que irnos.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Roehampton, Reino Unido, ha revelado que la temperatura máxima crítica para el ser humano se sitúa entre los 40 y los 55 grados Celsius.
“Se han realizado bastantes estudios sobre el rango de temperaturas a las que prefieren vivir las distintas especies animales para que sus tasas metabólicas sean mínimas y, por tanto, su gasto energético sea bajo, pero, curiosamente, disponemos de poca información sobre los límites superiores de nuestra zona térmica neutra”, afirma Lewis Halsey, investigador principal del estudio.
“Generamos una visión de cómo responde el cuerpo al estrés térmico, de su capacidad de adaptación, de los límites de esas adaptaciones y lo que es más importante, de cómo varían las respuestas de un individuo a otro. En un mundo que se calienta, estos conocimientos son cada vez más valiosos”, aseguró Halsey.
Cuando el cuerpo se sobrecalienta, el corazón tiene que trabajar más para bombear el flujo sanguíneo a la piel con el fin de disipar el calor, y cuando además se suda, eso disminuye los fluidos corporales. En el peor de los casos, la exposición prolongada puede provocar un golpe de calor o insolación, un problema que requiere hidratación, enfriamiento inmediato y tratamiento médico, y si no se trata, puede ser mortal.
Los límites ambientales críticos no están determinados por las temperaturas de bulbo húmedo porque casi todo el sudor que producimos se evapora, lo cual enfría el cuerpo. Sin embargo, la cantidad que los humanos pueden sudar es limitada, y además acumulamos más calor con las temperaturas del aire más elevadas.
Seguiremos informando.
