Los besos, esa expresión universal de amor, cariño o saludo, tienen una historia mucho más compleja de lo que muchos imaginan. Según un estudio reciente publicado en Evolutionary Anthropology, los besos humanos podrían no haber nacido como un acto de afecto, sino como una forma heredada de los simios, quienes los utilizan principalmente para acicalarse y limpiarse mutuamente.
El psicólogo Adriano R. Lameira, autor del estudio, plantea que los besos modernos tienen su origen en el comportamiento de los grandes simios, como chimpancés y bonobos, quienes utilizan sus bocas y labios para limpiar a sus compañeros de parásitos, insectos y otras impurezas. Este acto de succión y contacto labial, utilizado para mantener el pelaje limpio, es considerado por los científicos como el primer indicio de lo que más tarde evolucionó en el beso humano.
“Si lo piensas, es una manera bastante rara de demostrar afecto. Juntamos nuestros labios y hacemos unos gestos de succión que son aleatorios e intuitivos”, señala Lameira. La práctica de acicalamiento en los simios, en la que los animales usan sus bocas para limpiar a otros miembros de la manada, podría ser el antecedente más cercano de lo que hoy conocemos como un beso.
Aunque los humanos perdieron el pelaje con el tiempo, el ritual de los besos sobrevivió y se transformó en una expresión simbólica, representando el afecto y la cercanía. Este acto, que en sus inicios fue práctico, pasó a ser culturalmente significativo. De hecho, se sabe que en Mesopotamia, hace unos 4,500 años, los besos comenzaron a asociarse con el acto sexual y con la demostración de cariño entre familiares y amigos.
Así, la ciencia nos ofrece una perspectiva sorprendente: los besos podrían haber sido un legado evolutivo de los simios, un ritual de limpieza que, con el tiempo, se transformó en un símbolo de amor y afecto. No obstante, el futuro de esta práctica depende de la evolución de la humanidad, y es posible que los besos, tal como los conocemos, puedan cambiar o incluso desaparecer con el tiempo, a medida que la sociedad siga adaptándose a nuevas realidades.
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