La centenaria controversia por el territorio Esequibo, que abarca dos terceras partes del territorio de Guyana y es objeto de reclamo por parte de Venezuela, ha generado una crisis profunda entre ambas naciones. Esta disputa se remonta a un laudo arbitral en 1899 que Venezuela considera injusto y que concedió la región a Reino Unido, posteriormente administrada por Guyana.
A pesar de compromisos previos, como el Acuerdo de Ginebra en 1966, que buscaba resolver de manera práctica y satisfactoria esta controversia, el conflicto ha escalado. Guyana ha optado por llevar el caso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), lo que ha intensificado las tensiones.
En medio de este escenario, Venezuela anunció la creación de un estado en el Esequibo y otorgó concesiones petroleras en esa zona, un movimiento que ha generado preocupación en Guyana y ha elevado la alerta de sus fuerzas de defensa en coordinación con el Comando Sur de Estados Unidos.
Además, el gobierno venezolano acusó a ExxonMobil, principal productora de petróleo en Guyana, de financiar a políticos de la oposición venezolana. Esta acusación llevó al fiscal general de Venezuela a ordenar la detención de 14 personas, incluyendo a opositores, bajo cargos de traición a la patria.
Sin embargo, expertos y analistas ven estas acciones como una estrategia de política interna por parte del gobierno de Nicolás Maduro, especialmente con miras a las elecciones presidenciales de 2024. Sadio Garavini di Turno, exembajador venezolano en Guyana y experto en el tema, considera estas acciones irresponsables e inapropiadas en el ámbito internacional.
Garavini enfatiza la importancia de defender los derechos de Venezuela en la CIJ y criticó la estrategia del gobierno venezolano de desconocer los procesos judiciales internacionales, subrayando que la defensa de Venezuela debe centrarse en la Corte Internacional de Justicia.
La disputa territorial del Esequibo ha marcado casi dos siglos de desencuentros entre ambas naciones. Desde el laudo arbitral de 1899, la región ha sido motivo de tensiones y reclamos, a pesar de intentos anteriores por buscar una solución satisfactoria.
Este histórico diferendo ha sido objeto de investigaciones, análisis y esfuerzos diplomáticos, pero sigue sin resolverse. Los expertos apuntan a la necesidad de buscar alternativas que permitan llegar a un acuerdo que no solo defienda los intereses de ambas naciones, sino que también respete el marco legal internacional y los derechos de cada país involucrado.
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