En una negligencia criminal han caído los dirigentes estatales del PRI y del PAN ante la inseguridad y violencia política que impera en Villa de Reyes luego de que, el pasado miércoles, la candidata del PRI-Conciencia Popular, Abi Hernández, fuera atacada a balazos, supuestamente por el esposo de Erika Briones, también candidata a la presidencia municipal, pero postulada por del PAN-PRD.
Ni Elías Pesina Rodríguez, presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, ni Juan Francisco Aguilar Hernández, el líder estatal del panismo potosino, han levantado la voz para pedir la menor de las garantías a favor de ninguna de la candidatas, a pesar de que ya existen denuncias formales presentadas ante la Fiscalía General de la República y se ha reportado la detención de, por lo menos, 15 personas a quienes, además, se les incautaron armas de uso exclusivo del Ejército.
Fuentes cercanas a ambos partidos coinciden en señalar que las dos dirigencias pactaron sordearse argumentando que «si quieren matarse, se maten en Villa de Reyes» pues no van a generar mayores divisiones ni conflictos a los que ya tiene la coalición Sí Por San Luis, menos a escasos días de la elección. Según dicen, se corre el riesgo de que un posicionamiento sobre este tema pueda fracturar el voto que pudiera recibir su candidato a gobernador.
La negligencia de ambos partidos raya en lo cínico pues, por ejemplo, este viernes, la dirigencia estatal del PAN emitió un comunicado demandando protección contra su candidata en Ciudad del Maíz quien, presuntamente, recibió amenazas de muerte y, como se recordará, hace algunas semanas también se pidió garantizar la seguridad de su candidata en Mexquitic, Sofía Escobar, a quien le vandalizaron publicidad, sin embargo, en este caso, a pesar de que ya hubo ataques armados, hay personas lesionadas, detenidos y culpables claramente señalados, ambos partidos han optado por callar en una complicidad criminal que atenta contra la vida de una de sus candidatas.
