El vocero de la Iglesia Católica, el presbítero Tomar Cruz Perales, puso el dedo en la yaga de un asunto del que nadie se ocupa: la explotación callejera de mujeres indígenas (casi todas niñas), de menores y bebés que son utilizados para pedir dinero en los cruceros, templos y plazas de San Luis Potosí.
Las instancias de apoyo a la infancia, la Procuraduría de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes
(PPNA), la Vicefiscalía de Derechos Humanos, las instancias de la mujer del Gobierno del Estado y del Ayuntamiento capitalino lucen indolentes, no ven ni oyen a estas víctimas expuestas ante el tremendo sol, el inclemente frío y la indiferencia oficial.
La mayoría de las mujeres que piden en los cruceros tienen meses, si no es que algunos años, pidiendo ayuda a los transeúntes que caminan y conducen por la ciudad; algunas traen a sus bebés y se ve cómo a distancia hombres las vigilan y les dan instrucciones.
No hay que hacer un estudio profundo para descubrir la situación, sólo hay que mirarlos. Que los funcionarios encargados de atender este problema dejen de lado las fotos de utilería que se toman para lucir resultados, sólo para justificar el sueldo que reciben.
Urge que las autoridades verifiquen también la presencia de migrantes que, por jornadas enteras, exponen a niños pidiendo limosna.
Basta de discursos y buenas intenciones, las víctimas de la explotación callejera merecen atención.
Cavilaciones:
Primera: En menos de una semana, en la Huasteca potosina se han suscitados dos feminicidios. Las dos víctimas eran jóvenes, una de ellas de tan sólo 14 años. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado debería reforzar su despliegue en la zona.
Segunda: En hasta un millón de pesos se andan cotizando los votos de los consejeros del PAN que el próximo domingo elige dirigente estatal. Obviamente, hay niveles; a otros les ofrecen empleos en el Ayuntamiento de la capital, pero les mandan contratos de solo un mes; un pago por evento cualquiera.
Tercera: En política, lo que parece es, y ya se ve que hay una campaña para intentar desgastar al alcalde Enrique Galindo. Los actores políticos que la encabezan son tan transparentes que exudan un apestoso tufo a politiquería, dirían los cuatroteístas. ¡Miau!
P.D. El Atlético de San Luis lo volvió a hacer. ¡Grrr!
