«No hay solución y quizás nunca la haya»,
Declaración del Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en conferencia de prensa en línea, reproducida en medios el 3 de agosto de 2020
Las cifras del COVID – 19 al día de ayer en México y el mundo siguen en crecimiento; un fin de semana de record acumulamos al domingo, arrojan en el país 47,726 lamentables defunciones y 439,046 casos confirmados de la enfermedad, llegando al tercer lugar mundial en defunciones provocadas por el COVID sin contar los innumerables casos no registrados que todas las instancias reconocen que deben existir.
En el mundo la pandemia se sigue extendiendo teniendo el récord nuestro vecino, Estados Unidos, con más de 4 millones de contagios y 154 mil fallecidos.
Las cifras negras no terminan allí, los informes trimestrales en las principales economías y en la nuestra (es la 15 del mundo) oscilan en contracciones económicas que van entre -10 y -20 puntos del PIB, aumento de desempleo, de la pobreza, de la violencia.
Así las cosas, la búsqueda de la cura se convierte en un tema de seguridad nacional, estratégico para la consecución de los planes y programas de países con solidas o emergentes economías. Por ello China, Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y Rusia han acelerado los procesos para tener una vacuna, ya sea por medio de alianzas y controles con los laboratorios privados o a través de sus institutos de investigación o escuelas superiores.
Estas alianzas y/o políticas de controles permitirán tener acceso primario a la aplicación de las vacunas y desde luego su control en la aplicación con el resto del mundo.
En este sentido nuestro país ha dado algunos pasos para el pronto acceso a una cura, en este orden de ideas a registrado protocolos de investigación propios, incluyéndose en la lista de la OMS y además participa en investigaciones internacionales convocando a grupos de mexicanos – 10 mil – para participar en los protocolos.
Así mismo ha conseguido acuerdos bilaterales y financiamiento para asegurar la adquisición inmediata de los inmunizantes en el momento que se encuentren a disposición.
Aunque al momento como lo dice el Director General de la OMS, “no hay solución y quizá nunca la haya”.
CONCLUYENDO
- México ha dado pasos para asegurar inocular a los mexicanos, vamos bien ahora habrá que ver como harán, distribuirán o lo que sea que hagan para que vacunen a 130 millones de mexicanos o los que quedemos para cuando haya una vacuna.
- Por lo pronto y al momento debemos continuar con las medidas sanitarias.
- Debemos innovar para poder salir pronto del bache, temas como la digitalización generalizada, ID única, logística sanitaria (no solo de sana distancia) para negocios de alimentos, clubes deportivos, cines etc.., eficiente el transporte público; aplicación efectiva en las plantas laborales, publicas y privadas, de horarios de trabajo, home office, uso de implementos sanitarios, lentes, cofias, cubrebocas efectivos y hacer pruebas, son cosas en las que deberíamos estar trabajando ya además de prepararnos para la vacunación.
