La Corte Suprema de Estados Unidos dio un revés al aborto al echar abajo un fallo que regía desde hace casi 50 años cuando se resolvió el caso Roe vs. Wade de 1973 y que legalizaba la interrupción del embarazo en todo el país.
Esta decisión representa un retroceso para Estados Unidos ya que ahora cada estado determinará si lo autoriza o no.
El fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos ha desatado una ola de reacciones, desde los conservadores que están a favor de proteger la vida desde la concepción hasta quienes advierten que con él se vulnera el derecho a decidir de las mujeres.
Esta decisión no convierte en ilegales las interrupciones del embarazo, sino que hace retroceder a Estados Unidos a la situación vigente antes de la sentencia «Roe vs. Wade» de 1973, cuando cada estado era libre de autorizarlas o no.
Los jueces sostuvieron que la decisión del caso Roe vs. Wade, que permitía los abortos realizados antes de que un feto fuera viable fuera del útero -entre las 24 y 28 semanas de embarazo-, fue errónea porque la Constitución de Estados Unidos no menciona específicamente el derecho al aborto.