Como reguero de pólvora corrió esta mañana la versión de que el juez de oralidad José Luis Ruiz Contreras solicitó licencia al cargo, toda vez que deberá prepararse para convertirse en el próximo fiscal general del Estado, en tanto que, por los pasillos de la Policía Ministerial, se informó que, a partir del próximo lunes, el nuevo director de la corporación será el general en retiro Amado Jiménez.
El juez de oralidad José Luis Ruiz Contreras tiene una trayectoria llena de escándalos, tráfico de influencias, corrupción, violencia familiar, vínculos con el crimen organizado y una serie de abusos documentados por sus propias víctimas.
Según versiones, el jurista solicitó discreción ante su solicitud de licencia “para evitar golpeteos”, pero, desde hace algunas semanas, se perfila como el sustituto de Federico Garza Herrera, cuyo encargo concluiría el 26 de octubre de 2024, de acuerdo con el decreto de elección emitido por el Congreso del Estado.
De la trayectoria de Ruiz Contreras sobresalen diversos casos, pero los emblemáticos corresponden al secuestro y ejecución de Pedro Pablo Rosales Zapata, hijo del exdiputado Tomás Rosales López (QEPD). El exlegislador investigó y consiguió pruebas de su responsabilidad, pero los gobiernos de Fernando Toranzo y Juan Manuel Carreras no sólo le dieron impunidad, sino que le construyeron una carrera en el Poder Judicial al amparo, siempre, del hoy diputado Cándido Ochoa Rojas.
A José Luis Ruiz Contreras se le conocía como “El Monstruo” de la Procuraduría General del Estado cunado el titular era Miguel Ángel García Covarrubias, quien tuvo a bien convertir la procuración de justicia en un gigantesco burdel.
La violencia intrafamiliar es otra de las linduras del hombre que quiere ser fiscal, su propia exesposa lo ha denunciado innumerables veces, sin que instancia alguna le atienda, pero si hay un caso que mancha la trayectoria de Ruiz Contreras es el asesinato de la joven Karla Pontigo, cuyas evidencias se alteraron en su tiempo para impedir que el brazo de la justicia alcanzara al hijo del exgobernador Fernando Toranzo, implicado en este feminicidio aún impune.
Ni su paso por PROFECO le ablandó el corazón, Ruiz Contreras lo mismo extorsionaba a gaseros que a gasolineros, vendedores de tacos y hasta de elotes, su ambición no tiene límites, ni escrúpulos ni nada.
Para ser fiscal, Ruiz Contreras tendría que esperar primero a que Federico Garza renuncie al cargo. De acuerdo con la ley, quien debería sustituirlo en sus ausencias sería un vicefiscal, versiones de la Fiscalía aseguran que Maricela Meza ya se siente la mandamás lo que le abrió más su, de por sí, difícil carácter.
Tras una eventual renuncia del fiscal, el Congreso del Estado deberá elegir a uno nuevo, a propuesta del Poder Ejecutivo, previa evaluación y comparecencia de los aspirantes. En este caso, el único prospecto es Ruiz Contreras.
Como aderezo a la licencia del juez, en los pasillos de la Policía Ministerial y en los chats de los agentes, circuló a toda velocidad en cambio de dirección que hoy ocupa Guadalupe Castillo Celestino. Según esos datos, a partir del próximo lunes 13, despachará en esa oficina, el general en retiro Miguel Amado Jiménez González, quien ya fue funcionario de la Secretaría de Seguridad Pública con el gobernador Juan Manuel Carreras en los tiempos del tristemente célebre Arturo Gutiérrez.
Abogados, actuarios, ministerios públicos, jueces y hasta magistrados corren apuestas; las positivas por que llega a fiscal, las negativas por que se cae antes de llegar.