Corea del Norte destruyó varios tramos carreteros que conectan su territorio con Corea del Sur, esto luego de que el régimen de Kim Jong-un anunciara el pasdo 9 de octubre, que iba a cortar todas las vías de transporte hacia el país vecino.
La destrucción de los caminos por parte de Pionyang surge en un momento de repunte de tensiones en la península, esto luego de que Corea del Norte acusara al territorio de Sur de haber enviado drones cargados con propaganda a su territorio.
El Estado Mayor Conjunto surcoreano (JCS) señaló que ante los movimientos del Norte está «reforzando su postura de vigilancia y alerta», luego de anunciar las detonaciones.