De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS por sus siglas), las enfermedades transmitidas por vectores representan más del 17% de las enfermedades infecciosas y provocan cada año más de un millón de defunciones, más de 2 mil 500 millones de personas en más de cien países corren el riesgo de contraer dengue, muchas de estas enfermedades son prevenibles mediante medidas de protección (OMS, 2018).
Las Enfermedades Transmitidas por Vectores (ETV) representan un importante problema de salud pública en México. Brotes explosivos de arbovirosis transmitidas por el mosquito Aedes Aegypti regularmente sobrecargan los sistemas de salud, y la situación puede tornarse aún más grave durante el presente 2020, con un escenario epidemiológico complejo de transmisión simultánea con el COVID-19. Actualmente se desconoce el impacto en la salud humana de una posible co-infección de cualquiera de los virus DENV y del COVID-19.
Debido a estos desafíos es fundamental y prioritario que se realicen todos los esfuerzos para proteger a las poblaciones en riesgo e intentar reducir la co-circulación epidémica de ambos virus. Estas arbovirosis son enfermedades transmitidas a los humanos a través de la picadura de mosquitos infectados de la especie Aedes Aegypti y están asociadas al ambiente doméstico, pudiendo ser prevenibles mediante prácticas de prevención individual y comunitaria, tales como:
“El evitar el contacto del ser humano con el mosco, esto es haciendo uso de ropa de manga larga y pantalón, aplicarse repelente y utilizar en casa algunas barreras físicas de protección, por ejemplo colar en puertas y ventanas de las viviendas una malla mosquitera y/o pabellones para dormir”. Expuso lo anterior el Dr. Juan Francisco Martínez Perales, Jefe del Departamento Estatal de Control de Enfermedades Transmitidas por Vector de los Servicios de Salud de San Luis Potosí.
Indicó que para matizar el impacto de esta enfermedad a causa de la picadura del mosco la ciudadanía puede sumarse a prevenir y evitar las fases inmaduras del vector eliminando criaderos, cómo, haciendo en casa lo siguiente:
“Lavar con jabón y cepillo cubetas, piletas, tinacos, cisternas, floreros, bebederos de animales y cualquier recipiente que pueda servir para que se acumule agua y los mosquitos se reproduzcan; tapar todo recipiente en el que se almacene agua, cisternas, tinacos, tambos, etcétera; voltear cubetas, tambos, tinas, macetas o cualquier objeto en el que se pueda acumular agua, ya que los mosquitos buscan estos lugares para reproducirse; Tirar botellas, llantas, latas o trastes que ya no se utilizan y en los que se puede acumular agua; cambiar el agua de los floreros y bebederos de mascotas por lo menos cada tercer día; reducir el número de depósitos de agua que puedan servir de criadero de mosquitos y permitir el acceso a la vivienda del personal de salud para la revisión de la misma y mantener el larvicida que se coloca en los contenedores de agua”, sugirió el especialista.
Así mismo añadió que se debe mencionar que la prevención y control de las arbovirosis depende del control eficaz de las poblaciones del mosco Aedes Aegypti y la reducción del contacto entre éste y el humano, por lo que el uso de insecticidas, sobre todo el del control del mosquito adulto se realiza con los siguientes objetivos:
“El afectar, de manera inmediata, la densidad y sobrevivencia de las poblaciones del vector, detener la transmisión de los virus del dengue (DEN) a través del contacto vector-humano, e interrumpir la propagación de los virus en nuevas generaciones de mosquitos”.
Hasta la fecha, durante este 2020, se han realizado las siguientes actividades de control por parte del personal de vectores en el Estado:
“Se trabajó para el control larvario en un total de 306 mil 341 casas revisadas, de éstas, el personal de vectores de los Servicios de Salud de San Luis Potosí se encontró con 33 mil 546 casa cerradas, 1 mil 258 casa deshabitadas, 849 casas renuentes y 270 mil 688 casas tratadas”, puntualizó el Dr. Juan Francisco Martínez Perales.
En referente a las acciones efectuadas en la revisión de depósitos, se observaron un total de 1 millón 483 mil 538 depósitos de agua, de los cuales 212 mil 110 fueron tratados; 274 mil 108 con control; 520 mil 911 se dejaron controlados y se destruyeron 476 mil 409 depósitos para evitar riesgos a la salud de la población.
Adicional a las acciones de control larvario, los Servicios de Salud en la Entidad también intensificaron acciones para el control del mosco en su fase adulta, por lo que desplegaron trabajos en 25 mil 166 hectáreas con rociado espacial y en 5 mil 819 viviendas con rociado intradomiciliario.
El Dr. Juan Francisco Martínez Perales, Jefe del Departamento Estatal de Control de Enfermedades Transmitidas por Vector de los Servicios de Salud de San Luis Potosí indicó que las acciones de prevención se efectúan de manera permanente, sin embargo es muy importante recordarle a la población que la salud de su familia es muy valiosa y que todos tenemos que sumar esfuerzos contra el dengue. “Sin criaderos no habrá larvas… Sin larvas no habrá mosquitos… Sin mosquitos, ¡no habrá Dengue!”, concluyó señalando el funcionario estatal.