El aceite de oliva, un ingrediente esencial en la dieta mediterránea, ha sido elogiado por su sabor y versatilidad en la cocina. Ahora, un estudio reciente publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology sugiere que su consumo también podría estar vinculado a una mayor longevidad y un menor riesgo de mortalidad.
El estudio, que se llevó a cabo durante 28 años (entre 1990 y 2018) y evaluó a más de 30,000 hombres y 60,000 mujeres en Estados Unidos, arrojó resultados sorprendentes. Aunque se sabía que el aceite de oliva tenía beneficios para la salud cardiovascular, este nuevo análisis revela una serie de ventajas adicionales.
Específicamente, los investigadores descubrieron que las personas que consumían más de 7 gramos de aceite de oliva al día tenían un 19% menos de riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, un 17% menos de riesgo de mortalidad por cáncer, un 29% menos de riesgo de mortalidad por enfermedades neurodegenerativas, y un 18% menos de riesgo de mortalidad por enfermedades respiratorias en comparación con aquellos que rara vez o nunca consumían aceite de oliva.
Además, el estudio destacó que la sustitución de grasas menos saludables, como la margarina, la mantequilla, la mayonesa o la grasa láctea, por la misma cantidad de aceite de oliva al día se asoció con un menor riesgo de mortalidad total y por causas específicas.
Estos hallazgos sugieren que el aceite de oliva no solo es beneficioso para la salud del corazón, sino que también puede tener un impacto positivo en la longevidad y reducir el riesgo de muerte por diversas causas.
En resumen, este estudio respalda la idea de que incorporar el aceite de oliva en la dieta diaria puede tener un efecto significativamente positivo en la salud general y la esperanza de vida. Es una noticia alentadora para aquellos que disfrutan de esta deliciosa opción culinaria y desean mantenerse saludables a lo largo de los años.
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