Las emociones son algo autónomo del ser humano, no podemos evitar sentir enojo, felicidad, tristeza, y demás, estas son una respuesta a las situaciones que constantemente vivimos, sin embargo, la mala expresión de éstas o incluso la represión, causan daños mentales y físicos, pues el cuerpo al verse lleno de emociones no trabajadas, empezará a somatizarlas, es decir, expresarlas a través de dolores musculares, dolores emocionales y trastornos en niveles leves o severos, dependiendo de cuanto es la represión de esos sentimientos.
Es por eso, que para este inicio de año podemos realizar algunas actividades que faciliten la liberación de estos sentimientos y emociones que podemos llevar cargando incluso desde hace años.
Empecemos por esos sentimientos de tristeza al no poder tener una despedida, al no poder cerrar ese ciclo de manera sana, si tienes sentimientos de enojo, tristeza, o vacío, podemos escribir una carta, si no pudiste despedirte del ser querido que tuvo que marchar, exprésale lo que sientes a través de una carta, escribe cuanto le querías, cuan diferentes son las cosas desde su partida, y sobre todo date la oportunidad de sentir esas emociones y liberarlas al plasmarlas en el papel, al finalizar debes deshacerte de ese papel, puedes quemarlo, romperlo, atarlo a un globo y echarlo a volar, lo que quieras, excepto guardarlo.
Puedes también imaginar una conversación con esa persona, busca un espacio en donde puedas estar a solas y en un ambiente tranquilo, imagina que tienes a esa persona frente a ti y exprésale todo aquello que falto por decir, agradece la oportunidad de compartir caminos, las enseñanzas aprendidas, recuerda momentos felices, momentos que identificaban en tu memoria a esa persona.
Si hay enojos, decepciones o molestias con amigos o familiares que aún están contigo, puedes buscar la manera de expresar tus sentimientos de manera asertiva, es decir, siendo sinceros sin caer en el límite de lastimar al otro, puedes practicar tener una plática con ellos, imagina un contexto tranquilo y armónico, expresa por primera vez tus sentimientos de manera cruda y sin filtros y poco a poco ve armando ese dialogo con palabras y oraciones que no sean hirientes, pero que no pierdan el verdadero sentido de las emociones que tratas de expresar.
Suelta aquellas cosas que no puedes solucionar, debemos aprender a escoger nuestras batallas, claro que todos conocemos al menos a una persona con quien no podríamos sentarnos a dialogar aquello que nos genera un malestar, o que tenemos situaciones y decisiones que no podemos cambiar, y “cuando no hay para donde jalar, es mejor soltar” si no hay alguna posibilidad de que esa batalla termine de manera positiva tanto para ti, como para la otra persona, es mejor soltar aquellos sentimientos y emociones que al final terminan generando malestar a quienes las sentimos.
Y como en cada columna es importante recordarle que, asistir a terapia psicológica facilita la expresión y liberación de aquellas emociones que ya no generan ningún beneficio en nuestra vida.
Estefanía López Paulín
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