Los bebés son generalmente una adición bienvenida a cualquier entorno, pero hay situaciones donde su presencia puede ser menos deseada, como en reuniones de junta directiva o en los vuelos de los aviones, sin embargo, cuando el viaje en avión es inevitable, hay varias estrategias que los padres pueden seguir para hacer la experiencia más llevadera.
Con las siguientes recomendaciones, los padres pueden disfrutar de una experiencia de viaje más placentera y menos complicada con sus bebés:
Seguridad Ante Todo
Al reservar un vuelo, es crucial evitar las filas de salida de emergencia, ya que, aunque ofrecen más espacio, no son adecuadas para los bebés en caso de emergencia. Se recomienda elegir asientos en la parte delantera del avión, donde el ruido es menor. Además, es aconsejable llevar un asiento de seguridad adecuado para el bebé, que puede estar orientado hacia adelante o hacia atrás, dependiendo del tipo de avión.
Manejo de la Presión
Los cambios de presión durante el despegue y el aterrizaje pueden causar incomodidad en los bebés. Para aliviar esta situación, es útil ofrecer un biberón o un chupete, y en algunos casos, amamantar al bebé. Esto ayuda a que el pequeño se sienta más cómodo y tranquilo durante el vuelo.
Programar el Sueño
Si es posible, los padres deberían intentar programar el vuelo para que coincida con la hora de la siesta habitual del bebé. El ruido y la vibración del avión pueden inducir el sueño, facilitando un viaje más tranquilo. Mantener al bebé despierto antes del vuelo puede ayudar a que esté cansado y listo para dormir.
Entretenimiento y Comodidad
Llevar juguetes, mantas y libros ligeros puede ser útil para mantener al bebé entretenido en caso de que no quiera dormir. También se sugiere dar un paseo por el avión para que el bebé se sienta más cómodo en el nuevo entorno y para que otros pasajeros puedan interactuar con él, lo que puede resultar en una experiencia más amigable.
Mantener la Calma
Viajar puede ser estresante, pero es fundamental que los padres mantengan la calma. Si los padres están relajados y cómodos, es más probable que el bebé también lo esté. Además, llevar ropa extra tanto para el bebé como para los padres, así como bolsas para la ropa sucia, puede ayudar a manejar cualquier accidente que ocurra durante el viaje.
Empacar ligero
Es la clave. Aunque un bebé puede parecer que necesita mucho equipo, llevar solo lo esencial puede reducir el estrés y facilitar el seguimiento del pequeño durante el viaje. Además, considerar la posibilidad de llevar tapones para los oídos para otros pasajeros puede ser un gesto apreciado en caso de que el bebé llore durante el vuelo.