Francia ha marcado un hito histórico al consagrar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en su Constitución, convirtiéndose en un referente mundial en la lucha por los derechos reproductivos. Si bien desde 1975 el país despenalizó el aborto con la «Ley Veil», que eliminó su carácter ilegal, recién ahora se llevó a cabo la iniciativa de incluir este derecho en la Constitución.
Esta medida significa un importante paso adelante en la protección de los derechos de las mujeres, ya que cualquier intento de revertir la legalidad del aborto se verá notablemente dificultado. Evita así sorpresas como las ocurridas en Estados Unidos, donde la Corte Suprema eliminó el derecho al aborto, dejando a cada estado la decisión de prohibirlo o penalizarlo.
La histórica sesión del Senado y la Cámara de Diputados de Francia, que tuvo lugar el lunes 4 de marzo en el marco del Día Internacional de la Mujer, resultó en una votación contundente a favor del reconocimiento del aborto en la Constitución. Con 780 votos a favor, superando ampliamente los 512 necesarios, se modificó el artículo 34 para garantizar el derecho de las mujeres a interrumpir voluntariamente el embarazo.
Desde 1975, cuando se despenalizó el aborto gracias a la ley impulsada por la ministra Simone Veil, Francia ha sido pionera en la protección de los derechos reproductivos. Este nuevo paso refuerza su compromiso con la libertad de decisión de las mujeres y personas gestantes. El reconocimiento de la interrupción voluntaria del embarazo como un derecho constitucional es una victoria significativa en la lucha por la igualdad y la autonomía de las mujeres.
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