La hipoclorhidria es la producción disminuida en el cuerpo humano de la sustancia conocida químicamente como ácido clorhídrico. La misma se encuentra dentro del estómago en un ambiente controlado.
El ácido clorhídrico –HCl según sus símbolos químicos- cumple una serie de funciones específicas en el estómago. Estas funciones son básicamente de protección frente a los agentes externos y de digestión.
El estómago produce ácido clorhídrico a través de unas células especializadas del estómago. Las células productoras del ácido son estimuladas por la sustancia histamina, que a su vez es estimulada por la hormona gastrina. A la inversa, cuando el ácido es suficiente o excesivo, el mismo estómago indica al cuerpo que ya no se estimule con gastrina.
En condiciones normales, si el sistema de autorregulación funciona, no habrá gastritis ni hipoclorhidria. Si la generación de ácido clorhídrico disminuye muy por debajo de los niveles deseados, entonces sí se habla de hipoclorhidria, y hasta de aclorhidria cuando no se genera nada de ácido.
Sintomas:
- Alteraciones en la digestión de las carnes: tras comer alguna carne el cuerpo no la procesa adecuadamente ni con la velocidad que debiese.
- Gases e hinchazón: la digestión más lenta a causa del déficit de ácido clorhídrico produce más gas intestinal.
- Anemias: en la hipoclorhidria se absorben menos nutrientes, entre ellos el hierro y la vitamina B12, lo que puede derivar en cuadros de anemia crónicos, difíciles de controlar.
- Gastroenteritis: como falla la protección ante los microorganismos externos aparecen gastroenteritis infecciosas a repetición.
- Colesterol elevado: al faltar el ácido clorhídrico para ayuda en la digestión, se altera el proceso de absorción de grasas, con la consiguiente posibilidad de que las mismas se disparen en la sangre.