La sangre del cangrejo herradura, conocida por su tono azulado, es un recurso invaluable en la industria biomédica. Este peculiar color se debe a la hemocianina, una proteína que contiene cobre y que transporta oxígeno, a diferencia de la hemoglobina de los vertebrados, que contiene hierro.
La verdadera importancia de esta sangre radica en su contenido de Limulus Amebocyte Lysate (LAL), una sustancia utilizada para detectar endotoxinas bacterianas en medicamentos, vacunas y dispositivos médicos, garantizando su esterilidad y seguridad. La sangre de los cangrejos herradura coagula rápidamente al entrar en contacto con toxinas bacterianas, proporcionando una herramienta eficaz y veloz para realizar pruebas esenciales.
Sin embargo, el proceso de extracción de sangre, que representa alrededor del 30% de su volumen, no está exento de riesgos. Aunque los cangrejos son liberados tras el procedimiento, se estima que entre el 10% y el 30% no sobreviven a la intervención, lo que plantea preocupaciones sobre el bienestar de estos animales.
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