Estado Libre y Soberano de Tamaulipas guarda un gran secreto que pocos conocen, tras su cultura tan alegre y colorida. En el centro del estado en la zona serrana de San Carlos, se conserva una danza, la «picota», para realizar este baile sólo se utilizan dos instrumentos tambora y el clarinete.
Cuenta la historia que los ciudadanos de Villa de San Carlos ofrecieron refugio a los grupos indígenas que huían de los colonizadores y que si había alguna persona que actuara en contra de las leyes y las buenas costumbres del lugar, esté sería obligado a bailar la picota, que significa “palo alto” o “columna”. La picota era una danza que simbolizaba la vergüenza pública, ya que el reo tenía que ir al compás marcial del tambor y clarinete.
Con el pasar del tiempo, esté baile dejo de ser para los reos, y los mismos ciudadanos fueron modificando su ritmo para que fuera más alegre y gustoso de bailar. Hombres y mujeres llevan una vestimenta especialmente para bailar la picota; la mujer lleva como peinado una trenza con flores blancas de Nacahua; un vestido largo de manta con cuello en «v» y una banda en la cintura; mientras el hombre; un traje de manta, en la camisa deben llevar unos cordones en la parte del cuello y utilizar una banda en la cintura. Ambos deben portar los mismos colores, así como utilizar huaraches.
Actualmente, la música de este baile se utiliza como símbolo de invitación para comenzar alguna fiesta por medio dela danza.