A escondidas, diputados del PRI en el Congreso local buscan allanar el camino para que el Gobierno del Estado no tenga obstáculos y pueda vender sin mayores problemas el terreno que dejó la Ford en 2017 con la excusa de solventar las deudas que se han venido acumulado y que urge solventar de cara al cierre de la administración de Juan Manuel Carreras.
Sin hacer tanto ruido, a pesar de que se está promoviendo una de las iniciativas más relevantes de los últimos meses, el diputado Luis Ángel Rocha Nájera, suplente de Héctor Mauricio Ramírez Konishi, quien pidió licencia para buscar reelegirse en la curul, presentó una iniciativa para reformar varios artículos de la Ley de Bienes del Estado y Municipios de San Luis Potosí, reforma que pudiera parecer insignificante al eliminar o sustituir algunas palabras, sin embargo, con ello le entrega la facultad absoluta al Gobierno del Estado para pueda deshacerse de todos sus bienes, como en este caso sería el terreno de la Ford, sin necesidad de solicitar permiso al Congreso del Estado.
Actualmente, la ley considera que el Ejecutivo puede enajenar sus bienes si se justifica que dichos recursos se utilizarán para infraestructura pública productiva, es decir, no se pueden usar tales fondos para pagar deudas, sin embargo, con la reforma, se eliminaría el candado y el gobierno tendría el camino libre para gastar el dinero, producto de las ventas, en la solventación de pasivos.
La iniciativa ha llamado la atención, sobre todo, luego de que el Gobierno reconociera sus intenciones de vender el terreno de la Ford a escasos meses de concluir la administración a pesar de que, con anterioridad, desde 2017, no se le habían visto planes para desincorporarlo.
En el tema, además del diputado Rocha Nájera, están involucrados, de acuerdo con diversas versiones, el propio diputado Ramírez Konishi y su padre, Emilio de Jesús Ramírez, líder estatal de la CTM, quien tiene grandes intereses en la venta del terreno de la Ford