La tarde de este sábado, la capital potosina se pintó de colores con la décimo tercera edición de la Marcha por el Orgullo LGBT+. En punto de las 18:00 horas, una gran cantidad de personas comenzaron su recorrido hasta la Plaza de Fundadores, en el Centro Histórico, donde tendrían un gran evento en el que, acompañados de su madrina, Lorena Herrera, celebrarían con gran felicidad la visibilización y aceptación que esta comunidad tiene en San Luis Potosí.
A 13 años de haberse celebrado la primera marcha del orgullo, organizadoras reconocen la gran cantidad de personas que este evento reunió, pues el contingente de personas que marcharon este 6 de julio abarcaron varios cientos de metros lineales y todo un sentido de una de las avenidas más largas de la capital potosina. Esto deja en evidencia la aceptación y el avance que el colectivo ha obtenido en la visibilización de las personas de la diversidad sexual.
El objetivo es el mismo; exigir los derechos que como seres humanos merecen y que en ocasiones son coartados, ya sea por el Estado o por los ciudadanos. Como ejemplo de lo anterior está el derecho a la identidad, en el que San Luis Potosí ha mostrado un gran avance con el reconocimiento de las personas transexuales en su identificación, pero aún faltan más estados de la República en conceder este derecho, así como el matrimonio igualitario, que también ha sido otro de los logros de la comunidad LGBT+ en la sociedad potosina.
En esta ocasión, integrantes de la marcha dieron sus testimonios a las cámaras de Código San Luis; miembros jóvenes de la comunidad contaron con alegría cómo es que sus padres y familiares han mostrado aceptación por sus preferencias e incluso los apoyan. Así mismo, padres de familia que marcharon junto a sus hijos exhibieron carteles haciendo público el amor incondicional que tienen por sus familiares. Incluso, invitaron a todos los padres de las personas de la comunidad a aceptar a sus hijos, pues la familia es el lugar donde más seguridad debe haber para el sano desarrollo de todas, todos y todes.
El recorrido que estaba planeado para durar una hora, al final duró casi tres, pues fue hasta alrededor de las 20:30 horas que la cabeza del colectivo que marchó llegó al Centro Histórico. Sin embargo, la energía y el ánimo en ningún momento decayó. Personas bailando, levantando carteles y sonrisas en sus rostros fueron el común denominador de este evento que llenó de colores y glitter a la capital potosina con el fin de emitir un sencillo y contundente mensaje: todas las personas son iguales y merecen el acceso a los mismos derechos, así como un lugar en la sociedad y el cariño de quienes los rodean.
Seguiremos informando