Desde el año 2008, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que cada 28 de julio el Día Mundial contra la Hepatitis; una enfermedad que puede acabar con la vida de las personas, por ello se creó una fecha para crear conciencia de lo riesgoso de este padecimiento.
¿Qué es la hepatitis vírica?
La hepatitis vírica es una infección que produce una inflamación aguda en el hígado. Existen cinco virus diferentes de la hepatitis, cada uno catalogado con una letra del alfabeto diferente y mientras más alejado de la A se encuentre mayor es el riesgo que acarrea la infección.
En la mayoría de los casos, la inflamación del hígado comienza de forma súbita y solo dura unas pocas semanas.
Formas de prevenir la hepatitis vírica:
La forma más común de contraer esta enfermedad, es insertando en nuestro cuerpo algún objeto contaminado con sangre de alguien que ya posee el virus, cosa que ocurre mucho en personas que se tatúan, se hacen piercing en el cuerpo, tienen varias parejas sexuales o comparten agujas para inyectarse drogas o cualquier otra sustancia en el cuerpo.
La primera norma de prevención es no realizar ningún proceso invasivo del cuerpo, como por ejemplo, tatuarse las cejas o inyectarse Botox en un lugar poco fiable que no cuente con las normas más elementales de higiene, ni tenga permisos.
Lo segundo es ponerse vacunas en contra de los tipos de virus más común que suelen ser los de tipo A, B y C (Las dos primeras se le aplican a los niños durante los primeros meses de vida).
Y lo tercero, es utilizar continuamente protección al mantener relaciones sexuales.
Aunque por lo general las hepatitis víricas raras veces pueden conllevar a la muerte o a las hospitalizaciones de emergencia. Es importante mantenerse en control del estado de nuestro cuerpo, realizándonos un examen de sangre general cada 6 meses o al año.