Las células cancerígenas tienen la capacidad de dividirse sin control, formando tumores sólidos o propagándose a través del torrente sanguíneo. A medida que estas células anormales se multiplican, generan estructuras tumorales compuestas por millones de células.
Uno de los procesos clave en el desarrollo del cáncer es la angiogénesis, un mecanismo mediante el cual las células tumorales envían señales, conocidas como factores angiogénicos, para estimular la formación de nuevos vasos sanguíneos que nutran el tumor. Esto permite su crecimiento y facilita la propagación del cáncer a otras partes del cuerpo.
El estudio de la angiogénesis es fundamental en la investigación oncológica, ya que detener este proceso podría frenar el desarrollo del cáncer y mejorar los tratamientos actuales.
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